Cabredo
Zona no vascófona.
Limita al N con Genevilla, al E y S con Aguilar de Codés y al O con Marañón y Bernedo (Álava).
Forma parte de la cubeta tectónica del alto Ega. Consta de una parte central llana, por la que discurre el río (620-600 m.) y dos áreas montañosas que la delimitan por el NO (774-782 m) y SE (sierra Chiquita y peña Ochando, 800-914 m). En el área montañosa noroccidental afloran las calizas del Cretácico superior y los conglomerados oligomiocénicos, al fondo de la depresión está cubierto por materiales detríticos pliocénicos y las montañas surorientales, que emergen a lo largo de una falla, corresponden también a las calizas y calcarenitas del Cretácico Superior.
Comunicaciones: Carretera local que enlaza, a la altura de Sansol, con la nacional N-111 Pamplona-Logroño.
Clima
El clima tiene ciertas afinidades mediterráneas en el NO, submediterráneas en el centro y subatlánticas en el S. Los valores meteorológicos medios anuales más representativos varían según la altitud y orientación de las montañas: 9º-12º C de temperatura, 800-1.400 mm de precipitaciones, caídas en 80-100 días, y 650-725 mm de evapotranspiración potencial.
Flora
La diversificación climática se traduce en una di versificación vegetal: encinas (351 (Ha), quejigos y robles de hoja pequeña (49 Ha) y hayas (28 Ha).
HERÁLDICA MUNICIPAL: Trae de oro y un roble de sinople, sin ninguna otra distinción.
CASA CONSISTORIAL: Tiene Casa Consistorial construida hacia 1845. Se reformó en el año 1970, y recientemente se han hecho en ella mejoras por importe de 4,9 millones, con ayuda del Gobierno de Navarra. Consta de planta baja más tres elevadas. Su fachada principal es de piedra y su arquitectura se integra en la habitual de la zona. En el edificio se incluye un servicio de biblioteca y vivienda. Su Ayuntamiento está regido por alcalde y cuatro concejales. La secretaría está compartida con Genevilla y Marañón.
HISTORIA; Aparece documentado ya en el siglo XII como apelativo locativo. Estuvo ocupado por los castellanos en la guerra de 1430. La historia de Cabréelo en la Edad Moderna es la del valle de Aguilar de que forma parte. Con las reformas administrativas de comienzos del siglo XIX, pasó a la provincia de Álava, primero en 1822 y luego en 1840; pero la restauración del Antiguo Régimen en 1823 y, en 1841, la protesta de las autoridades regionales y locales lograron que permaneciese en Navarra las dos veces y en 1845 se transformó en municipio independiente. En 1850 tenía escuela, cuyo maestro recibía 200 fanegas de trigo al año; el nombramiento del cura correspondía al rey o al obispo de Calahorra según la época del año en que ocurría la vacante: tenía un molino harinero y algo de regadío. En Aguilar nació Baltasar Jaime Martínez Compañón.
El edificio más significativoes la parroquia de Santiago el Mayor, es una iglesia de estilo gótico renacentista con algunas reformas posteriores. Consta de nave única con tres tramos más un cuarto de mayor amplitud, al que se abren dos capillas cuadradas, para formar el crucero, y la cabecera poligonal; todo el espacio va cubierto por bóvedas góticas -de terceletes, crucería sencilla o estrelladas- sobre soportes de diversa traza con capiteles decorados. Las obras dieron comienzo antes de 1550 y en el año 1571 ya se registran pagos a los maestros canteros Martín y Domingo de Aguirre y Miguel de Apellániz. Con posterioridad, en 1602 Juan de Eulate trazó el pórtico, de planta cuadrada con bóveda de nervios formando una estrella. La actividad de Mateo del Pontón, que trabajó en el pórtico, se documenta también en la sacristía, de estilo herreriano, que estaba construyendo en el año 1612. El remate de la torre se debe a Ignacio de Qndarra alrededor de 1719.
La mazonería del retablo mayor la ejecutó antes de 1666 José Pérez de Viñaspre siguiendo un modelo semejante a los retablos contemporáneos de Los Arcos, Viana o Arróniz tanto en la articulación de sus cuerpos, marcadamente arquitectónicos, por aportes de fustes con estrías vibrantes, corno en cuanto a su decoración a base de follaje cactiforme, todo lo cual marca el tránsito al Barroco. No obstante, en esta obra se aprovecharon los relieves y esculturas del primitivo retablo mayor, de estilo romanista, que realizó el escultor Pedro González de San Pedro, menor, y cuya iconografía mezcla episodios de la vida de Cristo con otros referidos al santo titular. Un siglo después, en el año 1756 el escultor de Logroño José Calvo reformó el sagrario dorado por Fernando de Regoyo y Manuel Antonio de Mendieta. Las capillas del crucero, por su parte, cobijan sendos retablos de estilo rococó -del Ecce Homo y del Rosario- ejecutados en 1766 por Francisco Javier Olaechea, según trazas del arquitecto logroñés Miguel Astelana. Dio el visto bueno Manuel Antonio de Mendíeta, efectuando el dorado correspondiente Eugenio de Gamarra, vecino de Vitoria. Al mismo estilo rococó responde la sillería de coro, obra del arquitecto Miguel López de Porras.
Dentro del casco urbano se localiza la ermita del Santo Cristo, de construcción moderna, donde se venera una imagen del Crucificado, obra expresivista del segundo tercio del siglo XVI. También ofrece aspecto moderno la ermita de Nuestra Señora del Carrascal, aunque se conservan restos de la edificación del siglo XVI y de la espadaña del siglo XVII.
Arquitectura civil. La localidad, situada en un pintoresco enclave al pie de la sierra de Codés, responde al tipo de ciudad camino que se desarrolla en sentido longitudinal a través de dos arterias paralelas: la calle Mayor y la de San Simeón. En ambas abundan las construcciones de sillería del siglo XVI, algunas de ellas con escudos cuya cronología comprende desde el siglo XVI al XVIII inclusive. Cabredo fue sede de un importante taller de escultura a partir de 1580 cuya cabeza rectora fue Pedro González de San Pedro, natural del vecino lugar de San Pedro, hoy despoblado, y discípulo predilecto de Juan de Anchieta, cuyo estilo romanista difunde hasta la Rioja alavesa. Su labor fue continuada primero por su yerno Juan Bazcardo y más tarde por Diego Jiménez II, escultor vianés, que marca el tránsito al Barroco, estilo en que se mantiene el taller hasta el siglo XVIII ejerciendo su influjo por toda la comarca.