Izco
Zona no vascófona.
El término limita al N con Sangáriz, al S con Ezprogui y Leache, al E con Olaz y al O con Abinzano.
Realizada la concentración parcelaria (1974): 260 Ha, 13 propietarios, 407 parcelas antes y 68 después. Comunes, 362 Ha (189 de monte maderable, 93 de pastos, 4 de secano).
En su término se halló un útil pulimentado de la Edad de Bronce. Está documentado ya en 1056 como apellido locativo y la grafía «Eizco», que se conservaba todavía en el siglo XV.
Durante la Edad Media aparece inscrito en el valle de Aibar. Debió de predominar entonces la población hidalga. Los villanos y heredades de señorío realengo disminuyeron considerablemente: la Corona percibía en 1280 una pecha anual 12 sueldos 1 dinero, 5 cahíces 1 robo 1 cuartal de trigo, 12 cahíces y medio de cebada, y en concepto de cena 2 cahíces y medio de trigo y otros tantos de cebada; en 1427 se había reducido todo a 3 cahíces 1 robo de «pan meitadenco».
Hasta las reformas municipales de 1835-1845 gobernaban Izco el diputado del valle de Aibar, elegido por el que acababa de serlo, y los regidores, elegidos entre los vecinos del lugar. Tras la citada reforma, formó ayuntamiento con Ezprogui, Moriones, Gardaláin, Guetádar, Sabaiza, Loya, Julio, Usumbelz y Arteta -en lo que pasó a llamarse luego ayuntamiento de Ezprogui-, pero posteriormente -si es fidedigna la descripción que hacen algunas fuentes del siglo XIX- Izco volvió a segregarse de este conjunto y se incorporó al ayuntamiento de Ibargoiti.
En 1847 tenía escuela, dotada con 800 reales, que se reunían por pago de los discípulos y por reparto vecinal; el curato era de provisión de los vecinos; no tenía otros caminos que los locales y se recibía el correo desde Monreal tres veces por semana.
La parroquia de San Martín responde a la sencilla tipología rural de nave única y torre a los pies. De la antigua ermita de Nuestra Señora del Sagrario, utilizada desde 1.847 como dependencia del cementerio, procede una talla románica de la Virgen, muy retocada en rostro y manos.