La pequeña de tres. Estudió con las monjas hasta los 14 años, luego a la vez que trabajaba para el negocio familiar aprendió a bordar, mecanografía y contabilidad. A los 19 años entró a trabajar en la fábrica de Tena, después de estar un año con otras chicas aprendiendo en un taller que montaron bajo el ayuntamiento. Entró como aprendiza, después fue monitora y luego encargada. Los últimos nueve años, hasta su jubilación, llegó a ser la encargada de todos los talleres, con unas 80 personas a su cargo.