Zona mixta.

Está situado en un alto del valle de Goñi, rodeado por una serie de montañas de la sierra de Sarbil.
 

En su término se localiza el sector dolménico de Sarbil, que comprende un único monumento, el dolmen de Sarbilzelai. También se recogió una pequeña hacha de for­ma rectangular, plana y totalmente pulimentada de la Edad del Bronce.
Antigua villa del señorío de la Co­rona, a la cual aportaba (1280) como pecha anual 7 sueldos y medio, más 4 cahíces y un robo de trigo y otros 4 cahíces de cebada y avena, aparte del producto de ciertas heredades entregadas a censo. En su término tenía también bienes el monasterio de Iranzu en el siglo XIII. El rey Felipe III dio (1331) a sus vecinos por 300 libras dichas heredades, más el aprovechamiento de pastos, pie­dra y leña en la sierra de Sarbil. Carlos II entregó el lugar por dona­ción hereditaria (1385) al alférez Carlos de Beaumont. En 1850 se le calculaban 1.600 ro­badas de tierra cultivada, todas de cereales y legumbres, que solían rendir tres por uno.

Parroquia de San Martín. En la parte baja de la pobla­ción se yergue la Parroquia de San Martín construida a comienzos delsiglo XIII en estilo protogótico con influencias del Císter Y con carácter defensivo, según atestiguan sus sóli­dos muros que le confieren aspecto de fortaleza. Se conserva la traza primitiva con nave única de tres tra­mos cubiertos por bóvedas de cañón apuntado, pero el actual ábside, pentagonal al interior, y la portada, pertenecen al Gótico del siglo XIV, protegiendo a esta última un pórtico barroco. A la torre, obra del siglo XIII, se accede hoy por una escalera de caracol que el maestro Domingo de Berástegui ejecutó poco antes de 1575.

Los retablos gemelos de la Virgen y de Santa Catalina fueron labrados en estilo manierista a fines del siglo XVI, el de la Virgen del Rosario, policromado por el pintor Juan Fermín de las Heras, a mediados del XVII, y el de San José en la segunda mitad de esta última centuria, den­tro del estilo barroco. Se conserva también una talla gótica del siglo XIV mutilada en el XVIII para convertirla en imagen de vestir; esta es­cultura procede de la Ermita de la Magdalena que es una construcción de origen medieval, enclavada en un montículo cercano al pueblo v sustancialmente rehecha en el siglo XVI.

Arquitectura civil: El caserío es disperso, con calles en cuesta, y se halla parcialmente arruinada, no obstante varias de sus fachadas lu­cen escudos de piedra pertenecien­tes a los siglos XVII o XVIII. Des­taca en el conjunto un torreón góti­co de sillarejo que presenta una ven­tana geminada de arcos apuntados. Asimismo hay un noble edificio del siglo XVII labrado en sillería con dos escudos barrocos del siglo XVI­II.