Zona vascófona.

Está situado al S del municipio de Anué y limita al N con Etuláin, al S con Ostiz y Beraiz, al E con Esáin y al O con Ciáurriz.
Comunes, 254 Ha (233 de monte maderable, 21 de pastos).

Antigua villa de señorío realengo. Consta ya entre aquellas cuyas rentas legó Sancho Garcés III el Mayor a su hijo RAMIRO I de Aragón hacia el año 1.035. Se benefició sin duda de la rebaja de la pecha anual que Luis I el Hutín concedió (1307) a sus "labradores" de todo el valle. El lugar debía en 1280 la suma de 100 sueldos y otros 18 en concepto de "iturrias", más 31 cahices y medio de cebada y avena; en 1427 estas cargas no llegaban a la tercera parte, 33 sueldos en total y 9 cahices de avena. En el siglo XIII adquirieron heredades en el término los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén (1231), y el hospitalero de la catedral de Pamplona (1257), en este caso un "palacio" con sus dependencias.

Parroquia de San Pedro apóstol

Es un edificio hecho de piedra, de planta de cruz latina y cabecera poligonal, que se cubre con bóveda de cañón con lunetos en los tres tramos de la nave y transepto, con cúpula elíptica sobre pechinas en el crucero y con bóveda nervada en su capilla mayor.
El acceso se localiza en el lado de la epístola y lo constituye una sencilla puerta de arco de medio punto, protegida por pórtico de estructura ligera. La torre cuadrada, en cuyo lado sur se advierten sendas ventanas de arco apuntado se sitúa a los pies del templo.
En su interior destaca el retablo mayor, constituido por banco, cinco calles de dos pisos y coronamiento. Es una obra de escultura, debida al imaginero Miguel de Espinal (doc. 1553-1590), autor notable, de la misma generación que Anchieta.
En el banco, de escasa altura, aparecen los apóstoles acompañados por los evangelistas, hecho en bajorrelieve. En el primer piso, el hueco central que estuvo ocupado con una bella imagen de la Virgen con el Niño (hoy relegada a un retablo dieciochesco situado en el lado del evangelio) presenta al sagrario, del mismo estilo que el retablo, con los relieves de San Pedro y San Pablo. A la derecha del sagrario se encuentra una imagen (s. XX) de San José con el Niño y un San Miguel arcángel en relieve. A su izquierda (derecha del observador) un relieve de San Juan Bautista y una escultura (bulto) de Santa Bárbara erguida, con su símbolo personal al lado.
En el segundo piso el centro es ocupado por la imagen sedente del titular, San Pedro apóstol, con atavíos pontificales, y a los lados (de izquierda a derecha), San Andrés apóstol (bulto), San Bartolomé (relieve), San Esteban (relieve) y San Fermín (bulto) incorporado en época posterior y de estilo mucho más avanzado. En el ático figura el Crucificado (bulto) sobre fondo de paisaje pintado, entre dos bustos de santas hechos en relieve.
En cada transepto hay un retablo de similar arquitectura (2ª s. XVI-II) con un hueco para contener una imagen de bulto redondo. Como ya ha sido señalado, el más importante es aquel del lado del evangelio que conserva la imagen sedente de la Virgen con el Niño (semejante a la de Badostáin y Ochagavía) en actitud muy humanizada y llena de encanto. Repintes posteriores y el añadido de dos grandes coronas y de un rosario no afectan a la belleza general de la obra, digno exponente de la imaginería navarra del Renacimiento.
En el lado del evangelio, protegida por el sotocoro abovedado, se sitúa la pila bautismal (s. XVI), en piedra con copa y pie decorados con relieves.

Arquitectura civil

Existen buenos ejemplos de casonas de fines del siglo XVIII entre las que merece destacarse una fechada en 1766 con inscripción en la que constan los nombres del matrimonio que la mandó construir. Contó asimismo con un palacio cabo de armería.

Se conserva un puente medieval de piedra sillar.

En su término se encuentra la ermita de San Marcos.