Zona mixta.

El término confina al N con la sierra de Saldise, al E con Ciriza, al S con Izurzu, y al O con Salinas de Oro.
 

Antiguo lugar de señorío realengo, cuya pecha anual sumaba en 1280 junto con la de Izurzu 20 sueldos más 18 cahices de trigo y otros tantos de cebada y avena; y estaba concedida en «honor» a Oger de Mauleón. La princesa Leonor dio sus rentas (1462) a Juan de Gúrpide, pero a finales del propio siglo XV pertenecían a los condes de Lerín. Su iglesia de Santa María, consagrada al parecer poco antes, había sido ofrecida hacia mediados del siglo XI al monasterio de Irache, que desde entonces poseyó heredades en el término.
Hasta las reformas municipales de 1835-1845 el nombramiento de la autoridad local se hacía por turno entre las casas, que eran treinta en 1847. En esta última fecha tenía escuela, dotada con 1.100 reales al año, y la iglesia parroquial estaba servida por un abad, que era de presentación del rey, y un beneficiado, que lo era del rey o del abad, según el mes en que se daba la vacante. A comienzos del siglo XX se formó una Caja Rural. 

Dos etapas constructivas distintas, ambas dentro del románico influido por el Císter, pueden diferenciarse en la fábrica de la parroquia de Santa Catalina. La primera de ellas, fechable en los últimos años del siglo XII, engloba el ábside semicircular con su bóveda de horno más el tramo inmediato de la nave, cubierto por una bóveda de cañón apuntado sobre arcos fajones de sección cuadrada que apean en modillones de rollo; a esta etapa corresponde también la torre prismática y, quizás, las dos capillas adyacentes, hoy muy rehechas. Poco después, en torno a 1200 se amplió la iglesia con dos nuevos tramos de estructura semejante al anterior pero de mayores dimensiones, por lo que su eje no coincide con el primitivo; sus fajones correspondientes descansan en ménsulas lisas. La sacristía y demás dependencias auxiliares se añadieron en el siglo XVI, si bien su aspecto actual, al interior, es producto de remodelaciones modernas.

Pieza importante de la parroquia es el monumental Crucificado de estilo gótico labrado en torno a 1500, en estilo hispano flamenco y también la hermosa talla de Santa Catalina, de estilo expresivista propio de la década de 1570. Esta imagen, junto con un segundo Crucificado y un expositor de la misma época, englobados hoy día en el actual retablo mayor que vino a sustituir en época moderna al desaparecido de Bernabé Imberto del año 1595, bien puede ser resto de los retablos que ejecutaron para la parroquia los ensambladores Miguel Marsal, de Villanueva de Araquil, y Pedro de Landa. Del siglo XVII se conserva la mazonería del retablo barroco de la Virgen del Rosario.

Las dos ermitas de Muniáin de Guesálaz, la de Santa Cruz y la de Santa Lucía, son construcciones rústicas sin rasgos estilísticos apenas. La primera de ellas ha sido recientemente reconstruida en el año 1955. Ambas conservan las imágenes de sus respectivos titulares, obras romanistas de comienzos del siglo XVII con retoques posteriores.

Arquitectura civil. En el caserío se localizan varias casas del siglo XVI; en una de ellas se aprovecha un arco de medio punto procedente de la localidad de Olza, cuya inscripción reza: " la hizieron hacer esta casa Francisco de Alzueta y su mujer." Año de 1778. Hay también varios escudos de diferentes épocas, entre los que se reconocen las armas de Azcona y de Urdiáin.