ARCHIVO del patrimonio inmaterial de NAVARRA

Leoz (concejo)

leozescudo.jpg
  • Denominación oficial:
    Leoz (concejo)
  • Tipo de localidad:
    Concejo
  • Censo:
    25 (2016)
  • Extensión:
    0.00 km2
  • Altitud:
    760 m
  • Pamplona (distancia):
    0.00 Km
  • Localidad superior:
    Leoz


Páginas

Zona no vascófona.

El término confina al N con el valle de Ibargoiti, al E con Urquiza, al S con Iriberri y al O con Iracheta.

Comunicaciones: Carretera local que enlaza con la general N-121, Pamplona-Tudela, en términos de Barásoain y Garínoain.

ARQUEOLOGÍA. En su término se encontraron restos de un taller de sílex al aire libre del Eneolítico Bronce.

HISTORIA. Su «monasterio» de Santa María y su iglesia parroquial fueron transferidos a la catedral de Pamplona por los «señores» de la villa (1185). En el siglo XV constituía el centro del valle de su nombre. Como todo Valdorba, sus vecinos tomaron partido a favor del rey Juan II contra el Príncipe de Viana. Hasta las reformas municipales de 1835-1845, gobernaba Leoz el alcalde del mercado de Pamplona, como sucedía con los demás realengos de la Valdorba. En cuanto a la jurisdicción eclesiástica, el abad de la parroquia era presentado por los vecinos. En 1802 había en el pueblo de Leoz un palacio de cabo de armería. En 1847 el pueblo tenía veinte casas; había escuela, dotada con sesenta robos de trigo al año; los caminos eran sólo «locales, y en mal estado».

 

 

IGLESIA DE SAN ESTEBAN. Edificio de origen medieval (ca. 1200) con importantes transformaciones realizadas en los siglos XVI y XVII. Tiene nave única; dividida en cuatro tramos y cabecera de testero recto, cubriéndose todo el recinto con bóveda de cañón apuntado sobre arcos fajones de sección cuadrada que apean en pilastras adosadas a los muros. Primitivamente la cabecera fue semicircular y cubriríase con bóveda de horno. En el lado del evangelio en el cuarto tramo de la nave se abre una capilla rectangular, cubierta con bóveda de cañón. La sacristía se adosa al presbiterio por el lado de la epístola. La torre campanario, de origen medieval aunque remodelada en época barroca, se sitúa a los pies sobre el primer tramo de la nave, a ella se llega por una escalera de caracol adosada al muro del evangelio.

El acceso se realiza por el segundo tramo del lado de la epístola con una portada románica tardía, severa en su ornamentación, una puerta de arco de medio punto abocinada y sin tímpano cuyas arquivoltas apean en dos parejas de columnas con capiteles labrados de tipo vegetal. Está protegida por un pórtico (siglo XVI-XVII) rectangular con cuatro arcos de medio punto sobre pilares poligonales. En su interior destaca el retablo mayor, barroco (1694-1704) realizado por Domingo de Vélaz, maestro arquitecto de Lerín. Consta de banco, un cuerpo único de tres calles articulados por columnas salomónicas con pámpanos y coronamiento. En el banco, entre motivos vegetales de talla en madera dorada, se representan, pintadas sobre lienzo, las escenas de San Antonio de Pádua y la Negociación de San Pedro. En el cuerpo del retablo el hueco central lo ocupa la imagen del Santo titular, de gran tamaño, al que flanquean los lienzos con San Fermín y San Francisco Javier. El ático tiene un Calvario pintado sobre lienzo también.

En un nicho situado en el lado de la epístola hay un Crucificado en madera policromada (2ª mitad del siglo XVI) de canon alargado y potente musculatura, preludio del romanismo influido por Anchieta. 

PALACIO. Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. Una hija de este solar, María de Leoz, fue, según las crónicas, nodriza de Fernando el Católico. En 1571 fue sentenciada la exención del palacio, siendo su dueño Juan Beltrán de Leoz, que todavía vivía en 1592. Le sucedió su hijo Antonio, y a éste su hija María Beltrán de Leoz, que en 1629 casó con Miguel de Muru. Hija y heredera de éstos fue Mariana de Muru, que consta como dueña en 1687, en un nombramiento de capellán. En 1710 litigó por el rebate de cuarteles Francisca de Iruñela y Baquedano, viuda de Manuel de Berrio, que aún vivía en 1723. Su hija Manuela solicitó nuevo rebate en 1745. En 1788 anotó el abad de Beráscain el dato de que «los palacianos se institulaban en lo antiguo Monteros de Su Magestad». Según el Libro de Armería, el escudo era de oro con una banda de azur.