Zona vascófona.

Limita al N con Lecumberri, al S con Astiz, al E con Muguiro y al O con Iribas. Está situado en un llano entre el río Larráun y su afluente, el arroyo del Molino.
El terreno comunal ocupa 192 Ha (158 de pastos, 31 de monte maderable).

En su término se localiza parte del sector dolménico de Larráun, concretamente el dolmen de Akelar.
A diferencia de otros pueblos del mismo valle, dominio directo de la Corona, debió de ser un lugar de señorío plurinobiliario. A mediados del siglo XIV todos sus vecinos eran hidalgos. En la liquidación del rediezmo de 1268 figura junto con Iribas, donde la condición social era también de alto rango social.
En 1849 se calculaban a Allí unas 160 robadas de cultivo, 56 de prados y 5 de tierras concejales; se cultivaban alternamente cereales, maíz y habas, en la forma que se conocía como «de tres manos». Muy entrado el siglo XX todavía trabajaba su molino harinero. 

Iglesia de San Juan y San Pedro

Es un edificio de origen medieval (siglo XIII) remodelado en el siglo XVIII hasta alcanzar su configuración actual. La zona más antigua corresponde a la parte de los pies y muros de la nave reforzados por contrafuertes, así como a la parte inferior de la torre campanario, adosada al muro del evangelio. Posee nave única, de tres tramos, y cabecera trilobulada enmascarada al exterior la forma semicircular de la capilla mayor con testero recto. La nave se cubre con bóveda de lunetos y fajones y las tres capillas de la cabecera con bóveda de horno. El acceso se realiza por el muro de los pies con puerta de arco apuntado con arquivoltas que apean en capiteles tallados con motivos vegetales. La arquivolta exterior se decora con puntas de diamante. La puerta está cobijada por un pórtico con techumbre de madera que se sostiene sobre pilares pétreos. Encima del pórtico, en el centro del muro, se abre un vano de arco apuntado que posee decoración vegetal y animal estilizada de época gótica.
En el interior, a los pies sobre la puerta de acceso, se encuentra un coro escalonado al que se llega por la misma puerta que conduce a la torre, enclavada en el muro del evangelio. El mobiliario responde al estilo neoclásico y consta fundamentalmente de tres retablos, de igual estilo y cronología, ubicados en cada una de las respectivas capillas. El retablo mayor y el situado en el lado de la epístola conservan su imaginería original en madera policromada.