Ayanz
Zona no vascófona.
Situado en la zona sur del valle de Lónguida, en la orilla izquierda del río Irati sobre terreno muy fértil. Limita al N con Aós, al S con la sierra de Gonzólaz que lo separa de Izagaondoa, al E con Murillo y Villanueva de Lónguida y al O con el monte Gongólaz.
Aunque en 1280 debía a la Corona una pecha anual de 2 cahíces de trigo y 4 de cebada, fue después un lugar de señorío del linaje de su nombre.
Descollaron en este Fernando de Ayanz, que participó en la liberación de Carlos II de su prisión en Francia (1357) y Carlos de eficaz agente beaumontés para acabar con el cautiverio del príncipe Carlos de Viana (1453). Fue erigido en condado (1699) a favor de Joaquín Francisco de Aguirre y Santa María, señor del palacio local.
En 1802 ya no quedaba más que la iglesia y el palacio de los propios condes de Ayanz, donde vivían doce personas. En la reforma administrativa liberal de comienzos del XIX, el lugar quedó en el municipio de Lónguida. En 1850 el palacio era del marqués de Besolla. Se le calculaban entonces al término de Ayanz 260 robadas de tierra cultivada, que rendían 4 por uno; entre ellas, 20 de viña.
El palacio o torre fortificada de este lugar de señorío aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. Ayanz consta también en el rolde de solares remisionados del pago de cuarteles elaborado en 1513. En 1539 Ana de Donamaría, viuda de Charles de Ayanz, vendió al capitán Miguel de Donamaría el palacio con sus pertenencias por 500 ducados de oro viejos. Antonio de Ureta y Ayanz gozaba desde 1617 un acostamiento de 30.000 maravedís, como lo tuvo anteriormente su hermano don Juan, que le fue aumentado a 40.000 en 1643. El año 1745 solicitó el rebate el conde de Ayanz, y en 1766 volvió a solicitarlo Beatriz de Veraiz y Magallón, madre de Joaquina de Aguirre y Veraiz, condesa de Ayanz, vizcondesa de Valderro y baronesa de Ezpeleta. Según el Libro de Armería, las armas del palacio eran en el siglo XVI, tres calderas de gules, ceñidas de tres de oro, puestas en pal, sobre campo de plata. La recia torre medieval conserva todavía su coronamiento del siglo XIV, con sus almenas y matacanes.
