Cabanillas
Zona no vascófona.
Limita al N con Tudela y las Bardenas Reales, al E con Fustiñana, al S con Ribaforada y Fontellas y al O con Tudela. El término se extiende desde el Ebro, que le sirve de frontera con Tudela. Fontellas y Ribaforada y cuyo cauce pasa a unos 255 m de altitud, hasta el monte Olevete (459 m), al O de la Plana de la Bandera. Un tercio de la superficie, la meridional, corresponde a la llanura aluvial de inundación y a las terrazas del Ebro, y los dos tercios septentrionales al Mioceno arcilloso con intercalaciones de hincos de caliza que dan el típico relieve estructural de planas y cabezos.
Clima
Llueve poco e irregularmente (400-425 mm anuales en 50-60 días), las estaciones más lluviosas son las equinocciales, la aridez es grande (750-801) mm al año, sobre todo en verano, las oscilaciones térmicas acusadas, la temperatura media anual unos 14º-15º C y el cierzo frecuente, intenso y veloz es el clima mediterráneo-continental de la Depresión del Ebro.
HERÁLDICA. Teniendo en cuenta que el escudo de su señorío traía un león rampante de oro y que perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalén, figura hoy en día de la siguiente forma: Cuartelado en cruz, 1º y 4º de gules con las cadenas de Navarra de oro. 2º una cruz de plata de ocho puntas símbolo de las ocho bienaventuranzas de los caballeros de San Juan y 3º de gules y un león rampante de oro. El que figura en las vidrieras del palacio de la Diputación, la estrella de ocho puntas, es incompleto.
CASA CONSISTORIAL. Antiguamente usó por sello las cadenas del reino. Tiene Casa Consistorial situada en la plaza, cuyas características constructivas se integran en la arquitectura popular de la zona. Fue construida a comienzos del siglo XX. En el año 1926 se desalojaron las escuelas y se adaptó el edificio para sede del Ayuntamiento. Consta de tres plantas y cuatro fachadas hacia el exterior, en las que alternan como elementos la piedra y el revoco. El Ayuntamiento está regido por alcalde y ocho concejales.
HISTORIA. Quedó bajo dominio cristiano con la reconquista de Tudela (1119), a cuyo fuero y jurisdicción quedó adscrito de momento el lugar. Sin embargo, el propio monarca Alfonso I el Batallador dotó de propia personalidad a sus pobladores otorgándoles (1127) el fuero de Cornago, confirmado más adelante por Carlos II (1357). El rey García Ramírez hizo donación de la villa y su término (1142) a los Hospitalarios de San Juan, bajo cuyo señorío permaneció en las siguientes centurias, configurando desde 1197 una de las encomiendas de la Orden en su priorado de Navarra. El llamado «soto de Cabanillas» fue dado por Carlos III a su hijo natural Godofre. La iglesia parroquial estaba dedicada a la Natividad de Nuestra Señora.Cabanillas se mantuvo como villa perteneciente a la Orden Militar de San Juan hasta la desaparición del Antiguo Régimen en la primera mitad del siglo XIX. Como tal, la gobernaba un alcalde ordinario que designaba el gran prior de la orden. A comienzos del siglo XIX destacaba la importancia de su agricultura. En 1650 tenía una escuela de niños, cuyo maestro recibía 60 robos de trigo al año, y otra de niñas, cuya maestra sólo percibía 28 (los niños y niñas que las frecuentaban eran 25 y 10 respectivamente); el párroco aún seguía presentándolo y nombrándolo "el Gran Prior de Navarra".
IGLESIA DE SAN JUAN DE JERUSALÉN. La iglesia de San Juan de Jerusalén, en el municipio formó parte de una encomienda hecha por García Ramírez a la Orden de San Juan en el año 1142. De esta época se conserva el espacio interno con el ábside semicircular románico cubierto por bóveda de horno precedida por un cañón apuntado y parte de los muros perimetrales que comprenden los dos tramos primeros de la nave hasta el arranque de las cubiertas; éstas fueron sustituidas en torno a 1500 por bóvedas góticas de terceletes. El último tramo es un añadido de comienzos de este siglo. Al exterior se distinguen los gruesos sillares de la fábrica medieval, articulada por contrafuertes en contraste con el ladrillo enlucido de los peraltes góticos. Destaca el ábside románico, articulado en tres paños por esbeltas columnas y con ventanas de medio punto, el conjunto lo remata una hilera de canes con decoración de modillones, cruces, conchas y diversos motivos vegetales. La misma riqueza ornamental preside también la portada del templo, que en el año 1904 se trasladó desde el muro del hastial hasta el lugar que hoy ocupa en el de la Epístola; está decorada con temas vegetales y de animales entrelazados en capiteles y arquivoltas.
En el banco del retablo mayor se aprovechan pinturas sobre tabla que reproducen en estilo hispano-flamenco de hacia 1500 a dos santos cortesanos, y en la sacristía hay un sagrario romanista de hacia 1600, cuyas pinturas de la última Cena, entre las de San Pedro y San Pablo, están próximas al estilo de Juan de Lumbier.
IGLESIA DE LA ASUNCIÓN. La parroquia de la Asunción de construcción moderna, según proyecto de Martín Zubieta, guarda dos Crucificados romanistas: uno de ellos, de fines del XVI, procede de la antigua parroquia y el segundo, de comienzos del XVII, de las Agustinas de Pamplona. Hay también una imagen de la Inmaculada, según la iconografía de Gregorio Fernández y una talla de San Roque, titular de la ermita de su nombre, ambas de comienzos del XVII. Es digno de mención asimismo el retablo, recompuesto con pinturas hispano flamencas de comienzos del XVI.
ERMITA. La ermita de San Roque, cuya fábrica ha sido renovada recientemente, está presidida por un retablo prechurrigueresco con la policromía rehecha.
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