Arce
Zona mixta.
Limita al N con el valle de Erro, Burguete, Garralda, Oroz-Betelu y Garaioa, al E con Abaurrea Baja y Urraul Alto, al S con Lónguida y al O con los valles de Lizoáin y Erro.
Avenado por los ríos Urrobi e Irati, que confluyen aguas abajo de su muga meridional, en el valle de Lónguida, este extenso municipio reparte su territorio entre el pequeño y viejo macizo de Oroz-Betelu, al N, y la cobertera sedimentaria mesozoico-eocénica, al S. Del primero únicamente pertenece a Arce una parte del recubrimiento detrítico permotriásico (areniscas y conglomerados rojizos), que el río Urrobi corta mediante una foz estrecha y sombría que sirve parcialmente de muga con el valle de Erro. Las partes más altas del macizo se encuentran en el término de Oroz-Betelu (Corona, 1.387 m), pero cercanas al actual municipio de Arce. La cobertera mesozoica/marina postriásica se halla constituida por las calizas y margas del Cretácico Superior, estas últimas excavadas más fácilmente por la erosión que aquéllas y por el Terciario. En este se diferencian por un lado las calizas paleocenas, que dan los escarpes montañosos más importantes, y el flysch del Eoceno Inferior, más suavemente modelado por la erosión, y por otro, el flysch del Eoceno Medio, con sus correspondientes bancos de calizas intercalados, bancos que dan origen igualmente a los relieves más enérgicos.
Todo este conjunto sedimentario mesozoico-eocénico fue plegado y volcado hacia el S, y la erosión modeló a sus expensas un relieve prealpino típico, formado por crestas (Elke, 1.297 m; Itxalasun, 1.165 m; Anzi, 1.100 m), sinclinales colgados (Juandetxako, 1.240 m; Peña Pausarán, 1.279 m), combas anticlinales (p. ej., la de Lakarri-Peñas Bachas) y foces o poches, como las de Nagore y Usoz.
Heráldica municipal
Trae de azur y un árbol de sínople terrazado de lo mismo, y sobre él, en jefe, dos espadas de plata con empuñadura de oro cruzadas en sotuer, que sostienen una balanza del mismo metal, simbolizando la justicia. En el salón del trono del palacio de la Diputación Foral aparece el escudo sin las espadas y colgando la balanza de la rama derecha del árbol. En bordara de gules las cadenas de Navarra en Oro. En la galería del palacio de la Diputación está pintado, equivocadamente, el del merino del valle, que era cuartelado: 1º y 4º de plata y un lobo andante de sable, armada, membrado y lampasado de gules. Ambos lobos afrontados, 2º y 3º de plata y tres fajas de azur.
Casa consistorial
Está en Nagore, situado en el centro geográfico del valle, a la derecha del río Urrobi. Es un antiguo edificio que consta de planta baja y dos elevadas. En la principal tiene portada en piedra y el resto del paramento está enfoscado y pintado. Su arquitectura se integra en la habitual de la zona.El Ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales. La secretaría está compartida con Oroz Betelu y Lónguida.
Historia
El valle existía ya en el siglo XII como una comunidad de pueblos con los límites actuales, salvo el término de Oroz (Oroz-Betelu), Sus pobladores debían de ser en gran mayoría hombres de señorío de la Corona, sujetos a rentas de diversa cuantía según fueran considerados «escancianos», «cazadores» o simples villanos. Las cargas de los primeros fueron cifradas globalmente por Sancho VI el Sabio (hacia 1462) en 40 cahíces de avena v 60 sueldos en concepto de pecha y otros 100 sueldos por la «cena» cada año; en los otros dos casos la renta de la corona se liquidaba según el número de fuegos de cada lugar. Los «labradores», 80 en 1366, se habían reducido a la mitad en 1427; los hidalgos, en cambio, que eran 36, sólo disminuyeron en una cuarta parte. Carlos III concedió en 1413 a su hijo natural Godofre el señorío hereditario de las pechas y la jurisdicción baja y mediana del valle o gran parte de sus lugares (Adaja, Arrieta, Artozqui, Azparren, Espoz, Gurpegui, Iriberri, Lacabe, Lusarreta, Muniáin, Nagore, Olóriz, Oray, Oroz, Osoa y Zazpe), más el aezcoano de Garralda. Todos estos bienes se adjudicaron luego como pago de las deudas de Godofre (5.000 libras) a Sancho Oteiza, deán de Tudela, el cual los traspasó después a Martín Martínez de 0lloqui, prior de la Orden de San Juan. Con las pechas del valle remuneró el príncipe Carlos de Viana (1453) los servicios de Juan Martínez de Uriz, señor de Artieda; la princesa Leonor las donó con carácter perpetuo a Carlos de Artieda (1466). A mediados del siglo XIII había ya en el valle, como en los de Erro y Esteribar, cofrades de Santa María de Roncesvalles. Sus gentes sirvieron fuera del reino y del valle en las guerras de los siglos XVII y XVIII; hay memoria de levas en 1636-1638, 1640-1653 y 1684. El valle se esforzó en conseguir que se respetara el fuero, en virtud del cual, como se recordaba en 1802, todos los vecinos son soldados del puerto, mandados por el alcalde, que es su capitán. En 1684, el gobernador del puerto de Burguete, Pedro de León, acusaba a las gentes de Arce y Erro y de otros valles cercanos de negligencia en la defensa de la frontera cuando los franceses intentaron penetrar con 12.000 hombres, llegando a Roncesvalles y Burguete. Fue invadido por franceses también durante la guerra contra la Convención en 1794, siendo saqueados sus pueblos y quemado el de Artozqui. Participó también en las guerras de Independencia, Realista y Carlista con sus hombres y suministros.
Tras la incorporación de Navarra a la corona de Castilla, los límites administrativos del valle continuaon intactos, con algunas variaciones, la más importante la segregación de Oroz-Betelu y Nagore en 1845, aunque únicamente la primera se perpetuó, para constituir ayuntamiento propio, y la de Galdúroz, que consta en 1802 como lugar de Arce pero que fue más tarde incor¬porado al valle de Arriasgoiti, probablemente por hallarse más próximo a éste desde el punto de vista geográfico, así como Amocáin lo fue de Egués.
Predominó el euskera hasta 1900. Se mantuvo como tierra abundante en hidalgos hasta la desaparición de esta calidad a comienzos del XIX. Y, pese a su pequeñez, tuvo hombres importantes, como Rodrigo de Arce. Arce mantuvo durante estos siglos, sin interrupción conocida, sus romerías a Roncesvalles, cuyo origen se ha situado en la erección de la cofradía de este nombre en 1127; sólo las guerras contra la Convención y la de la Independencia obligaron a interrumpirlas. Pero la celebración se revitalizó sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX, cuando en toda la cristiandad se refuerzan las prácticas de este tipo. Arce, Erro y Burguete habían hecho ya una romería extraordinaria en 1858 por motivo del cólera y Arce y Oroz volvieron a realizarlas en l885. El valle tomó parte en la del arciprestazgo de Aoiz en 1899, con motivo del fin de siglo, en la del quincuagésimo aniversario del dogma de la Inmaculada Concepción (1904) y en la de la coronación de la imagen (1960).En cuanto a la vida económica, mediado el siglo XIX se cultivaba en el valle trigo, cebada, avena, maíz, patatas, legumbres, hortalizas y algunas frutas; había mucho ganado vacuno, caballar, lanar y cabrío, caza mayor y menor; sus gentes se dedi¬caban además a la corta de madera, al carboneo y la arriería.
Enlaces de interés:
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C) Otros archivos con documentos relevantes sobre la localidad
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela