Arre
Zona mixta.
Está situado junto al río Ulzama, en el extremo SE del valle de Ezcabarte. Limita al N con Oricáin, al S con Villava, al E con el valle de Esteríbar y al O con Azoz.
Cuenta entre sus empresas principales, con accesorios y repuestos de vehículos (164 empleados en 1984), bebidas refrescantes (35), papel y cartón (34). Los terrenos comunales ocupan 66 Ha (41 de monte maderable, 25 de pastos).
Historia
En su término se encontraron dos láminas de bronce en las que figuran dos contratos de hospitalidad de los años 57 y 185 de nuestra era y una inscripción, también de época romana. Se desconoce el paradero de las tres, aunque se hallan recogidas en el «Corpus Inscriptionum Latinarum».
Antiguo lugar de señorío de realengo, transferido por Sancho VII el Fuerte mediante permuta (1218) a Juan y Gil de Vidaurre, fue luego de Santa María de Roncesvalles, que lo enajenó a Carlos III (1406) a cambio de Valcarlos. El mismo año lo adquirió en pública subasta Nicolás Blanc por 2.000 libras. En 1427 percibía sus rentas Juan de Ezpeleta; consistían en 10 cahíces de trigo, otros tantos de cebada y 62 sueldos. Los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén adquirieron heredades en el término (1272). El concejo renunció a la iglesia local (1297) a favor de Santa María de Roncesvalles. Existía hospital de peregrinos ya en el siglo XV.
El rey, en 1665, otorgó la jurisdicción baja y mediana a José Antonio Camargo, señor de los palacios de Ansoáin, Arre mismo, Ezpeleta, Oricáin y Celigüeta, por 6.000 ducados; se mantuvo como lugar de señorío hasta la supresión de este tipo de jurisdicción en el primer tercio del siglo XIX. Con todo, en 1802 gozaba de la jurisdicción civil y económica, que ejercían el diputado del valle y los regidores elegidos por el pueblo (contra lo habitual en los lugares señoriales, cuyas autoridades eran escogidas por el señor), en tanto que el conde de Villarreal-nombre con que se conocía también la localidad- se reservaba la jurisdicción criminal y, en consecuencia, el nombramiento de alcalde. Todavía entonces conservaba el hospital de peregrinos, con su iglesia, capellán, hospitalero y demandante.
Centro Hospitalario
Será posiblemente uno de los más antiguos Hospitales de Navarra; tuvo gran importancia en la Edad Media por el siglo VIII y IX. Los Capellanes de la Basílica de la Sma. Trinidad, vivieron en el Hospital hasta principios del siglo XVI, fecha en que los hospitaleros seglares, a las órdenes de los Sacerdotes, se encargaban del cuidado espiritual y físico de los peregrinos.
En el siglo XVI se formaron dos Cofradías, una encargada de la Basílica y la otra del Hospital. De la importancia de ambas da idea el dato de los 626 cofrades que tenía la eclesiástica en 1575. Según inventario del año 1584, tenía el Hospital doce camas con todas sus ropas y el manage de una casa, y había dos hospitaleros, marido y mujer. Además de las cuotas de los cofrades y de las limosnas, el Hospital recibía algunas mandas de personas piadosas.
Parroquia de San Román
Es una fábrica medieval de planta rectangular con ábside y torre prismática a los pies. Al exterior sus muros se jalonan por potentes contrafuertes, incluida la zona absidal, y se rematan en cornisa de canes. El retablo mayor, atribuido a Miguel Tomás de Carcastillo, es plateresco con parte escultórica y de tablas pintadas. Las hornacinas del banco albergan buenas tallas, como el grupo de Santa Ana Triplex, calidad que se mantiene en las imágenes del titular, Virgen y Calvario; el resto de la iconografía lo componen pinturas sobre tabla realizadas por Ramón de Oscáriz en la etapa central de su producción anterior a 1570 y se sitúan entre lo mejor de su obra. Los colaterales son de la primera mitad del siglo XVII y guardan imágenes renacentistas y barrocas. Especial mención merece la imagen de un Crucificado manierista.
Iglesia Nueva
En ella se guarda una talla sedente de la Virgen con el Niño, romanista de fines del siglo XVI, dentro de un tabernáculo barroco de comienzos del siglo XVIII procedente de Maquirriain.
Basílica de la Santísima Trinidad
Románica del siglo XII, con hospital y albergue aledaños; conserva el ábside semicircular flanqueado por contrafuertes y rematado en cornisa con canes.
Cuenta además con la ermita de Santa María, visitada por las gentes del valle hasta las disposiciones sinodales de 1590.