Zona mixta.

Situado en el confín oriental del valle y pendiente occidental de la altura Aguergáin. El término confina al N con Arzoz, al E con Esténoz, al S con Garísoain, y al O con el río Salado.
 

En su término se conserva un tramo de calzada romana, y un fragmento de ara de la misma época reaprovechado en la iglesia como material constructivo.
Antigua villa de señorío realengo cuyas cargas y prestaciones unificó por «fuero» Sancho VII el Fuerte (1196), junto con las de Ar¬tazu, Ozendáin y Zurindoain, cifrándolas en la suma total de 350 sueldos anuales más 50 en concepto de «cena». Consta entonces con la grafía «Muizqui». Teobaldo I enajenó el lugar (1234) mediante permuta con Toda Rodríguez, hija de Rodrigo Abarca. Los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén poseyeron heredades en el término durante el siglo XIII.
En 1847 tiene «clima destemplado, combatido de los vientos n(orte) y o(este)» y «se padecen enfermedades agudas». Contaba con escuela, dotada con novecientos reales, que pagaban los padres de los discípulos, y servían la parroquia un abad y un beneficiado, que eran presentados por los vecinos. Funcionaba un molino harinero.  

El origen de la parroquia de Santa María Magdalena se remonta a los comienzos del siglo XIII, sin embargo las reformas sufridas en el siglo XVI modificaron tanto su aspecto interior como el exterior. El cantero Pedro de Apalosagasti había construido para 1555 la cubierta de crucería y años más tarde, hacia 1585 Juan de Gaínza la sacristía.

Entre los retablos conservados en esta iglesia destaca el conjunto formado por el mayor y el colateral de San Cristóbal, ambos de estilo romanista realizados por el escultor estellés Juan Imberto II; el colateral entre 1582 y 1584 mientras que el mayor lo tasó en 1596 Pedro de Troas. En la amplia iconografía repartida por los dos retablos se deja ver la fuerza vigorosa que caracteriza a este maestro; tallas como el moisés del colateral o los relieves del mayor pueden servir de ejemplo. En este último retablo se aprovecha la imagen titular de la Magdalena, también del siglo XVI pero de un momento anterior, cuando el estilo expresivista triunfa en la escultura.

Arquitectura civil. Entre su reducido caserío existen casa del siglo XVI con arcos de medio punto de entrada. Una de ellas organiza en su interior un patio con portada y escudo del siglo XVII y se le adosa un torreón.