Epároz
Zona no vascófona.
Limita al N con Artanga y Ongoz, al S con Irurozqui, al E con Aizcorgui y al O con Larequi.
Efectuada la concentración parcelaria, junto con Imirizaldu e Irurozqui, en 1970: 895 Ha, 24 propietarios, 1.160 parcelas antes y 163 después. Comunes, 49 Ha (37 de pastos, 10 de monte maderable y 2 de secano).
El monasterio de Leire recibió por donación en 1106 una casa de la villa con su palomar y otras dependencias, a las que luego añadió mediante compra diversas heredades y viñas. Las rentas de los dominios directos de la Corona en su término sumaban solamente 2 robos 2 almudes de trigo y un cahíz un cuartal de cebada y avena.
Se gobernaba hasta la primera mitad del siglo XIX por los diputados nombrados por el valle de Urraul Alto y por los regidores elegidos entre los vecinos de Epároz, «por alternativa de casas», dice el diccionario de 1802. En 1847, recibía el correo desde Aóiz y Lumbier y los caminos eran locales y se hallaban en mal estado. En las primeras décadas del siglo XX contaba con molino, serrería y una caja rural.
Basílica de Santa Fe
Es el monumento mas importante de Epároz. Situada sobre una elevación de terreno en las afueras del pueblo, parece que inicialmente dependió de la famosa abadía francesa de Santa Fe de Conques, de la que tomó la advocación, siendo más tarde monasterio cisterciense, para pasar finalmente a los sanjuanistas. Fue también centro administrativo del valle de Urraul Alto.
Todo ello explica la complejidad del conjunto, que consta no sólo de edificaciones de carácter religioso -iglesia y claustro- sino también civil, entre las que destaca hórreo, posiblemente su parte más conocida. La iglesia es de nave única con ábside semicircular; su elemento más interesante es la puerta, compuesta por arquivoltas apuntadas, de las cuales la exterior está decorada con bolas y apoyada en sendas cabezas humanas a modo de ménsulas; lleva aneja una torre. El claustro es una construcción muy irregular: en dos de sus lados la cubierta apea directamente sobre machones, en tanto que en los otros dos se han empleado arcos, pero no en el mismo número ni del mismo tipo -en uno se trata de diez arcos de medio punto y en otro de tres rebajados- Iglesia y claustro han sido considerados románicos, es posible que su núcleo original lo sea, pero hoy es difícil decir nada con seguridad y desde luego es evidente que han existido etapas constructivas posteriores, pues la puerta de la iglesia corresponde a un gótico avanzado.
El hórreo, de posible filiación asturiana, es una edificación de mampostería, de planta rectangular, elevada sobre poyos -tres en los lados cortos y cuatro en los largos-. Tiene cubierta a dos vertientes y está perforado por cuatro huecos: la puerta, situada en uno de los lados cortos, y tres ventanas rectangulares, emplazadas en el opuesto. Recientemente ha sido restaurado.
La iglesia cuenta con un retablo barroco de escultura en el que destaca, por su calidad, la figura de la titular. En la sacristía se conserva un retrato del beato Esteban de Adoáin, obra del Pintor Javier Ciga. Por último hay que mencionar una cruz procesional de plata, de bella factura, de estilo gótico, punzonada en Sangüesa.
La iglesia parroquial carece de interés, siendo su única pieza notable una imagen de la Virgen con el Niño, perteneciente a la época gótica, inspirada en la titular de la colegiata de Roncesvalles.