Zona no vascófona.

El término limita al N con Equísoain. al S con Amunarrizqueta, al E con Iriberri y al O con Olóriz. Comunes, 390 Ha (226 de pastos). Caja rural fundada en septiembre de 1907.

Comunicaciones: Carretera local que enlaza poco después de Barásoain o Garínoain con la nacional N-121, Pamplona-Tudela.

El rey García Ramírez dio la villa (1141) al monasterio de Irache. Tuvieron también heredades en su término desde el siglo XIII los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. El rey Tobaldo II restituyó (1254) a sus vecinos los derechos de aprovechamiento del monte Aldaiturri que les había sustraído Sancho VII el Fuerte. RFJ, JEH. Hasta las reformas municipales de 1835-1845 lo gobernaba el alcalde del mercado de Pamplona; en tanto que la jurisdicción eclesiástica -concretamente el nombramiento del vicario de la parroquia- correspondía al comendador de la orden de San Juan de Jerusalén. Tras la citada reforma, Iracheta quedó en el nuevo ayuntamiento del valle de Orba; pero, al disgregarse luego éste, se incluyó en el de Leoz. En 1847, Iracheta tenía escuela para sólo ocho alumnos; contaba con caminos locales en mal estado, y recibía el correo desde Pamplona. En esta aldea, hubo un antiguo hospital. Fue vendido al Estado de 1821 por 18.958 reales de vellón. Su iglesia está dedicada a San Esteban.

"HÓRREO" DE IRACHETA. El llamado «hórreo» que se encuentra situado en el centro del casco urbano, a escasa distancia de la modernizada iglesia de San Esteban, es un edificio civil de gran originalidad arquitectónica, al que se ha querido dar una antigüedad anterior al románico (siglos IX y X), aun cuando el arcaísmo de su construcción no impida suponerlo de fecha bastante posterior, de pleno siglo XII o de comienzos del XIII. A mediados de este último siglo (1252) había en Iracheta, además de la iglesia parroquial, un hospital para peregrinos y convento anejo con su comendador y ocho frailes, propiedad de la encomienda de los caballeros de San Juan de Jerusalén del lugar de Leache (valle de Aibar), a la que pudo pertenecer también la obra que aquí se comenta. Respecto a su finalidad su servicio como granero de la parroquia de Iracheta se documenta desde el siglo XVII con continuidad hasta nuestros días.

El edificio ha sido restaurado recientemente. De reducidas dimensiones, tiene planta rectangular y se cubre con tejado a doble vertiente. Está realizado en piedra, con aparejo pequeño salvo en las esquinas para las que se utilizó el sillar como refuerzo. El piso superior y principal con solería pétrea, apoya sobre pilares dispuestos encima de plintos sin moldurar y con una terminación saliente a modo de imposta de la que arrancan los arcos, de medio punto dovelados y sin clave, dos en los lados cortos y tres en los largos, de similares proporciones, más dos pilares interiores, en línea con los restantes, como apoyo de la cubierta de madera. Al piso alto se accede por una rústica escalera pétrea (en sustitución de la primitiva, hecha en madera) que comunica con el interior por una puerta de medio punto abierta en uno de los frentes más largos.