Beire
Zona no vascófona.
Limita al N con San Martín de Unx, al E con Ujué, al S con Pitillas y al O con Olite.
El término forma parte del piedemonte de la sierra de Ujué y se halla avenado hacia el Cidacos, que atraviesa su parte oeste, por los barrancos de San Martín y Bescos. Las desnivelaciones del terreno son modestas y oscilan entre 489 y 360 m. Las facies de Ujué, aquí predominantemente arcillosa, y el pequeño buzamiento del terreno, que forma parte del flanco meridional del anticlinal de Tafalla, explican la planitud general del relieve, acentuada por los diversos niveles de glaciplanación existentes, con sus correspondientes y extensos mantos de derrubios.
Comunicaciones: Carretera local que enlaza a la altura de Olite con la carretera N-121.
Clima
El clima es de tipo mediterráneo-continental con verano seco. Los valores anuales medios más destacables son: 13-14ºC de temperatura, 450-600 mm de precipitaciones, caídas en unos 70 días, y 700-750 mm de evapotranspiración potencial.
Flora
Si se prescinde de unas 8 Ha de alamedas, nada queda de los bosques que cubrirían el municipio antes del poblamiento humano.
HERÁLDICA MUNICIPAL. Trae de azur y una custodia de oro entre dos palmas de lo mismo y la Sagrada Forma de plata. En bordura de gules las cadenas de Navarra de oro, en el que aparece pintado en las vidrieras del palacio de la Diputación se han omitido las palmas. El uso de este blasón es muy poco frecuente en todo el mundo. Los de Beire lo usan en memoria del beato Paulo Mendía, hijo de la villa, que fue martirizado en Zaragoza, durante la dominación musulmana. Según don Rodrigo Ximénez de Rada, los de Beire fueron los primeros, junto con los de Olite y Tafalla, en romper las cadenas de Miramamolín en la batalla de las Navas, por lo que a la villa se le concedió el título de leal y el poder orlar su escudo con las cadenas del reino.
CASA CONSISTORIAL. Recientemente restaurada, está compuesta de tres cuerpos, construida en sillarejo y con vanos recercados en piedra. Su ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales. La secretaría está compartida con Pitillas.
ARQUEOLOGÍA. En su término se localizan asentamientos arqueológicos de diferentes épocas en los lugares de Turbil y San Julián. También se han encontrado dos grandes ortostatos de piedra con grabados meandriformes, al parecer relacionados con las culturas megalíticas.
HISTORIA. El rey Carlos II concedió (1378) el señorío perpetuo de la villa a Roger, vizconde de Castelbón, pero Carlos III atribuyó más tarde (1391) sus rentas al alférez Carlos de Beaumont. Juan II la dio en señorío a Bernart de Ezpeleta, donación que confirmó la princesa Leonor (1475), aunque excluyendo la jurisdicción. Con todo, los soberanos Juan III y Catalina vincularon la villa al patrimonio de la Corona (1510). Tras la incorporación de Navarra a Castilla, la historia principal de Beire es la general de Navarra. En 1802 tenía molino harinero sobre el Cidacos y la gobernaban un alcalde y dos regidores, que nombraba el virrey a proposición de la villa. En 1850 tenía escuela, dotada con 2.000 reales al año. En los años 20 de nuestro siglo contaba también con un convento de corazonistas, dos escuelas y dos molinos aceiteros además de aquel harinero. Durante las primeras décadas fue uno de los pueblos que más se sensibilizó ante el apunto de las corralizas, hasta el punto de entablar su ayuntamiento un pleito, reivindicando su propiedad, que falló el Supremo a favor de los propietarios en 1915. Es patria de Victoriano Flamarique.
PALACIO. Perteneciente a los condes de Ezpeleta, consta como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. En 1457, Juan II concedió el señorío de Beire y San Martín, con la jurisdicción y demás derechos, a mosén Bernart de Ezpeleta. En 1548 don Migue! de Ezpeleta, Jaso y Xabier obtuvo para su casa las prerrogativas de cabo de armería, con derecho de llamamiento a cortes. Su sucesor, León de Ezpeleta logró en 1568 una merced de acostamiento de 30.000 maravedís anuales, que en 1596 pasó a disfrutar su hijo Miguel de Ezpeleta, y desde 1616 su heredero Ignacio Antonio de Ezpeleta. En 1660 le fue asignada a León de Ezpeleta y Goñi. Su sucesor Miguel de Ezpeleta solicitó en 1686 que el palacio se anotase como de cabo de armería en los Libros Reales. En 1719. Agustín de Ezpeleta, Goñi y Amatriain litigó por la exención de los bienes agregados. Solicitó rebate de cuarteles, en 1781 Joaquín de Ezpeleta, Galdeano y Rada, cuyo hermano José de Ezpeleta fue creado conde de Ezpeleta por Carlos IV el año 1797. JJMR. ARTE: A la entrada de la villa se encuentra la Parroquia de San Millán, construida en estilo gótico durante el siglo XIV y ampliada con crucero y cabecera en torno a 1817 con planos de León Gómez. De la época medieval se conserva la nave con sus tres tramos de bóvedas de crucería simple con claves decoradas, que apoyan en pilares con capiteles de hojarasca y ménsulas con los Evangelistas. La puerta también corresponde a !a primitiva fábrica, con su arco apuntado de seis arquivoltas sobre baquetones y capiteles que narran la vida de San Millán. Ésta escultura se ha puesto en relación con el taller de Ujué, aunque su técnica es algo más tosca. Entre los retablos destaca el del Corazón de María, cuya traza rococó remite a mediados del siglo XVI-II, existiendo elementos en él, como las columnas recorridas por guirnaldas y placas de rocalla, que remiten al taller del escultor aragonés José Ramírez. Este retablo así como el del Sagrado Corazón se trajeron del Monasterio de la Oliva. Por lo original de su procedencia y artífice, el orfebre Francisco Rosa de la ciudad napolitana de Rivello, hay que mencionar la cruz procesional, labrada en estilo neoclásico en 1851, según dice la inscripción. Entre los edificios civiles se encuentra el antiguo palacio de los condes de Ezpeleta, un vasto edificio neoclásico que posteriormente pasó a ser colegio de los Claretianos.
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