ARCHIVO del patrimonio inmaterial de NAVARRA

Echálaz

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  • Denominación oficial:
    Echálaz
  • Otras denominaciones:
    Etxalatz (euskera)
  • Tipo de localidad:
    Lugar habitado
  • Censo:
    5 (2014)
  • Extensión:
    0.00 km2
  • Altitud:
    563 m
  • Pamplona (distancia):
    12.00 Km
  • Localidad superior:
    Egüés


Lugar y antiguo señorío del valle de Egüés, en la Cuenca de Pamplona y Merindad de Sangüesa. Tenía 40 hab en 1858, 34 en 1887, 33 en 1900, 35 en 1910, 38 en 1920, 40 en 1930, 29 en 1940, 32 en 1950,14 en 1960, 3 en 1970 y 5 en 1981.
Emplazado al norte del término de Egüés, en zona muy accidentada, junto a un pequeño barranco, afluente del río Egüés.

Aparece documentado ya como «villa» y con la grafía de «Axalaz» en 1087, con motivo de la donación de una viña de su término al monasterio de San Agustín de Larrasoaña, dependiente ya de la abadía de Leire.
La iglesia parroquial está dedicada a Santa María.
Su historia principal es la del valle de Egüés, de que forma parte, aunque, por ser lugar de señorío hasta los comienzos del siglo XIX, tenía administración peculiar. Con todo lo gobernaba como los demás pueblos del valle el diputado del mismo junto al regidor que se elegía entre los vecinos del propio Echálaz.

Palacio

Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino, y en el rolde de solares remisionados del pago de cuarteles de 1513. Su poseedor, Hernando de Ayanz, disfrutaba desde 1522 de una merced de acostamiento de 8.000 maravedís al año. Según la relación de la Cámara de Comptos, pertenecía en 1723 a don José de Echálaz. En 1745 solicitó rebate de cuarteles don Antonio de Echálaz, y en 1799 lo hizo don Maximino de Echálaz. Según el Libro de Armería, en el siglo XVI el escudo era de oro con dos calderas de sable ceñidas de dos franjas de oro. La recia torre medieval conserva todavía vestigios del desaparecido coronamiento de matacanes.

En la iglesia se venera una talla, de aceptable calidad, de la Virgen con el Niño, de estilo románico de comienzos del siglo XIII. El Niño se sienta en las rodillas de su madre, originando un grupo de marcada horizontalidad.