Ibero
Zona mixta.
Limita al N con Ororbia, al S con Echauri y Paternain, al E con Gazólaz y al O con Izcue.
Realizada la concentración parcelaria, junto con Izcue (1959): 518 Ha, 49 propietarios, 1.064 parcelas antes y 224 después. Comunes, 61 Ha (19 de pastos, 24 de monte maderable). Caja rural fundada el 20.1.1917.
Se tiene noticia de la existencia en este lugar de un sepulcro romano con inscripciones y bastante decorado, que actualmente ha desaparecido.
Aparece documentado ya entre las villas cuyas rentas asignó (1035) el rey Sancho Garcés III el Mayor a su hijo Ramiro I de Aragón. Su iglesia, dada por el monarca Sancho Ramírez a la abadía de Montearagón (1093), se reintegró a la mitra de Pamplona por voluntad de García Ramírez (1137); fue, sin embargo, una de las controvertidas largamente entre ambas instituciones y sólo en 1496 sancionó el papa Alejandro VI su permuta formal por la iglesia del Castellar de Zaragoza, cedida entonces a Montearagón. El obispo pamplonés era titular de un «palacio» de la villa, al menos a mediados del siglo XIV. Junto con los de Muniáin, los vecinos del lugar compraron a la Corona (1309) por 6.000 sueldos cierto yermo del monte Sarvil.
En 1802 dice el diccionario de la Academia de la Historia que contaba con molino y una fuente medicinal.
En 1847 el corresponsal de Madoz escribe que Ibero tenía Ayuntamiento propio aunque sujeto en algunas cosas al general del valle. En todo caso, permaneció en la Cendea de Olza. También se consigna en 1847 que la dotación de la escuela asciende a 1500 reales y que el vicario de la iglesia aún era de provisión por los vecinos y dignidad del Hospitalero de Pamplona; contaba el pueblo con dos sotos y algunas dehesas y prados y caminos locales en mediano estado, y recibía el correo por el valijero de la cendea desde Pamplona. Ibero fue el lugar de nacimiento del general carlista Nicolás Ollo, conde de Somorrostro, muerto en el asedio de Bilbao.
Parroquia de la Asunción
La que hoy ejerce la función de parroquia, bajo la advocación de la Asunción, (siglo XIX) es de planta de cruz latina y de tamaño grande, cubriéndose con bóveda de lunetos en la nave, de cañón en cabecera y transepto y con cúpula sobre pechinas en el crucero.
En su interior, junto a algunos retablos nuevos, se utilizaron las obras del primitivo templo, destacando por su mayor calidad el retablo principal. Es de estilo protobarroco (primera mitad del siglo XVII) y aunque se sabe por la documentación que en diciembre del año1632 se concedía licencia a Domingo Ibero de Lussa, escultor vecino de Pamplona para realizarlo, el estado actual del retablo con una moderna policromía que adultera lo que fue su aspecto primitivo (y la pintura original de Juan de las Heras) impide confirmar la citada atribución. Consta de banco, cinco calles de dos cuerpos y ático, en los que las imágenes de bulto se sitúan en las tres calles centrales del cuerpo del retablo y los relieves en el resto. El banco se decora con escenas de la Pasión (desde la última Cena al Prendimiento) alternando con los cuatro evangelistas y Santa Lucía y Santa Bárbara en ambos extremos. En el piso primero aparecen la Anunciación, Juan el Bautista, Zacarías y Visitación. En el centro se sitúa el sagrario, de la misma época (con un coronamiento incorporado modernamente) y relieves en sus tres frentes principales con San Pedro, la Resurrección de Cristo y San Pablo. En el piso superior el centro es ocupado por la Asunción de la Virgen acompañada por ángeles niños, a los lados están el Nacimiento, San Pedro apóstol y la Epifanía. Entre un piso y otro hay un friso con los cuatro Padres de la Iglesia Latina y cuatro Virtudes. En el ático se representa el Calvario al que flanquean dos parejas de santos.
El colateral del transepto meridional es obra de talla en estilo rococó (2ª mitad del siglo XVIII) con una imagen titular de la Virgen del Rosario más antigua que conserva los rasgos estilísticos de comienzos del romanismo (ca. 1600). En el lado del evangelio hay una Virgen entronizada -Nuestra Señora del Sagrario- con El Niño (de factura moderna) sobre su regazo, que parece seguir modelos románico-bizantinos (ca. 1200) aunque la restauración sufrida, tan exagerada, haya desvirtuado su primera apariencia En el sotocoro hay un gran crucificado de talla, de elegante factura anatómica y tamaño grande, que sigue estilísticamente la línea de la imaginería del retablo mayor.
Hubo una iglesia gótica en la zona alta de la población, de la que se conserva el perímetro mural y su portada en el lado sur, convertida hoy en el cementerio local.
Entre los edificios civiles destacan algunos ejemplos de casona hidalga gótica con portada de arco ojival y escudo de armas.
En el camino antiguo a Paternáin y Pamplona, sobre las aguas del río Arga, existe puente medieval de cuatro grandes ojos de medio punto y dos medios arcos sobre los estribos. Rompen las aguas cuatro fuertes tajamares, dos triangulares y dos semicilíndricos.