Murieta
Zona no vascófona.
Limita al N y E con el monte de Santiago de Lóquiz, al S con Abáigar y Oco y al O con Legaria y Ancín.
Se extiende entre el Ega, que discurre a unos 460 m y la terminación meridional de la sierra de Santiago de Lóquiz (en el término municipal la máxima altura es de 670 m). Aquel río hace de muga con Abáigar, pero no con Oco. Murieta forma parte del rosario de pequeñas cubetas tectónicas enhebradas por el río estellés. La mayor parte del término municipal está cubierta por los aluviones del Cuaternario.
Clima
Las principales variables meteorológicas medias anuales son: 10º-12º C de temperatura, 500-800 mm de precipitaciones, caídas en 80-100 días y 650-700 mm de evapotranspiración potencial. Estos valores manifiestan que, en conjunto, el clima es de tipo mediterráneo.
Flora
La encina ha sido siempre el árbol espontáneo dominante; quedan aún 154 Ha (175 en 1906), las cuales, junto con las choperas hacen que la superficie forestal arbolada cubra más de la tercera parte del término.
HERÁLDICA MUNICIPAL. Trae de azur y un puente de oro sobre ondas de plata y azur.
CASA CONSISTORIAL. Está situada en la carretera de la estación. Es un edificio construido en 1981 que consta de cuatro cuerpos, de los que los dos superiores se destinan a viviendas. Tiene tres fachadas, ejecutadas en ladrillo caravista. Tuvo su sede anterior en un edificio situado en la parte posterior de la iglesia. En la actualidad lo utiliza una sociedad ciclista. Su ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales.
HISTORIA. Su iglesia de Santa María fue donada (1087) por Toda Aznar, viuda de Fortún López, al monasterio de Irache, el cual luego fue titular de diversos collazos y heredades en el propio lugar. Perteneció al valle de Ega hasta 1846, mientras subsistió éste como unidad administrativa. Tras esta fecha quedó como ayuntamiento separado. En 1847 tenía escuela, dotada con 72 robos de trigo al año, y la iglesia parroquial estaba servida por un abad, que era presentado por los vecinos, y un beneficiado, de presentación del rey o del abad según el mes en que se diera la vacante.
La parroquia de San Esteban, construida en estilo protogótico a comienzos del siglo XIII, sufrió una remodelación importante en el Barroco igual que otras iglesias de la zona. El plan primitivo del siglo XIII se conserva en la planta, que forma un rectángulo muy alargado, así como en los muros perimetrales y en la cubierta de los cuatro últimos tramos de la nave que son cañones apuntados entre robustos arcos fajones apeados en ménsulas lisas. Los dos tramos restantes se cubrieron en el Barroco con sendas bóvedas de cañón con lunetos sobre cornisa corrida; las dos capillas laterales, por sus proporciones y su disposición asimétrica respecto a los tramos de la nave, parecen construcciones modernas. De la fábrica primitiva queda también la torre de fuste prismático, si bien el remate es un añadido neoclásico del siglo XIX. En el muro de los pisos de la iglesia, inmediata a la torre, se aprovecha un óculo de tracería gótico flamígera procedente del monasterio de Santa Gema, igual que las ventanas geminadas del muro de la Epístola.
Además de la primitiva pila de Bautismo, la iglesia guarda tres Crucificados de modera policromada y un retablo de la Virgen del Rosario con su escultura, todo ello en estilo romanista de comienzos del siglo XVII, de mediana calidad. Asimismo hay varias piezas de orfebrería de los siglos XVIII y XIX. Del siglo XVII es la capilla del cementerio, de planta cuadrada, que forma un templete abierto en sus cuatro frentes por arcos rebajados; cobija en su interior una cruz de término, de piedra, del siglo XVII, con relieves del Crucificado y la Inmaculada labrados en estilo popular.
Arquitectura civil. Quedan varios escudos con las ramas de los Echávarri y de los Asensio.
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