Cemboráin
Zona no Vascófona.
Está situado en la zona SO del valle de Unciti. Limita al N con Góngora, al S con Monreal, al E con Zabalceta y al O con Andricáin.
Efectuada la concentración parcelaria (1966): 125 ha, 8 propietarios, 199 parcelas antes y 42 después. Comunes, 215 ha (119 de monte maderable, 91 de pastos, 5 de secano).
Antigua villa de señorío realengo, cuyas rentas asignó Carlos II (1362) a Rodrigo de Uriz. Luego (1427) disfrutaron la pecha anual el mariscal de Navarra, 37 cahices de trigo, y Santa María de Roncesvalles, 6 cahices. Juan II la otorgó (1469) a Juan de Beortegui. Los vecinos cedieron el patronato de la iglesia parroquial a Leonel de Navarra (1406), pero más adelante Pedro de Navarra lo transfirió (1490) a Santa María de Roncesvalles. El monasterio de Leire había poseído bienes en el lugar en el siglo XII.
Hasta las primeras décadas del siglo XIX se gobernaba por el diputado del valle de Unciti y los regidores elegidos entre los vecinos del propio Cemboráin. En 1850 tenía escuela y recibía el correo desde Monreal. Era entonces frecuentemente, y aun bien entrado el siglo XX, la grafía Zemboráin.
Iglesia parroquial dedicada a La Visitación
Es una interesante construcción gótica del siglo XV. Consta de una sola nave con su correspondiente capilla mayor rematada por una cabecera recta, dos capillas laterales a modo de brazos de crucero y un coro a los pies, sobre el que se sitúa la torre, de proporciones poco elevadas. La cubierta del único tramo de la nave es de bóveda de terceletes, en tanto que la zona correspondiente al seudo-crucero y a la capilla mayor se cubre con bóveda estrellada. Llama la atención en esta iglesia el escaso desarrollo de la nave, un solo tramo, con relación al prebisterio y seudo-crucero, lo que hace pensar que en realidad se planeó una nave de mayor longitud, con varios tramos, pero que por las circunstancias que fuera el proyecto no pudo llevarse a término y solo se realizó uno. Aunque el retablo actual, neogótico, carece de valor, datos de archivo permiten saber que hubo otro anterior, cuyo autor se ignora, que estaba terminado para 1608, puesto que en esta fecha se encarga su pintura, dorado y estofado al pintor Sebastián de Zárate, a quien sucedió en la tarea su sobrino, Juan Ibáñez. También perdido, pero igualmente digno de mencionar, era el sagrario, realizado por el entallador Pedro de Moreto y finalizado posiblemente poco antes de 1600, año de su tasación; su pintura, dorado y estofado será encargada juntamente con la del retablo a Zárate.
En su término se encontraban las ermitas de San Bartolomé y San Salvador, inexistentes en la actualidad.