Arazuri
Zona mixta.
Está situado al O de Pamplona, a orillas del Arga. Limita al N con el río Juslapeña y Orcoyen, al E con Pamplona, al S con Guzblaz y al O con Ororbia.
Cooperativa agrícola-Caja Rural fundada el 1 de enero de 1917. Efectuada la concentración parcelaria (612-1982): 565 Ha comunes, 105 Ha (24 de monte maderable, 35 de pastos, 10 de secano).
Historia
Una de las villas cuyas rentas legó el rey Sancho Garcés III el Mayor antes de 1035 a su hijo Ramiro I de Aragón. Fue después lugar de señorío plurinobiliario, cuyos vecinos eran todos hidalgos en los siglos XIV y XV. Urraca Jiménez dio su «palacio» y heredades anejas al monasterio de Leire (1097). También tuvieron bienes en el término hacia el siglo XIII la abadía de Iranzu y los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. El topónimo sirvió de sobrenombre a uno de los «barones» o magnates del rey Sancho VI el Sabio, Pedro de Arazuri, «tenente» de Artajona y Tudela (1159-1169), pasado después al servicio de los monarcas de Aragón y Castilla. La iglesia local, que era de patronato regio, fue adscrita (1416) al arcedianato de la tabla del cabildo pamplonés por Carlos III. Este mismo rey cedió el señorío jurisdiccional del lugar a su hijo natural Lancelot, obispo de Pamplona, quien probablemente remodeló el castillo-palacio. Más adelante y por herencia de su padre, el tesorero Juan de Monreal, fue señora de la casa-palacio María Luisa de Monreal, casada (1486) con Juan de Beaumont, nieto de Luis, primer conde de Lerín.
En 1802 pertenecía su palacio al conde de Escalante. En 1849 tenía casa de ayuntamiento «comprada a carta de gracia por 200 ducados navarros», y también escuela y taberna. Se le calculaban 2.900 robadas de término, de ellas 2.400 en cultivo (300 de primera clase, 500 de segunda y 1.600 de tercera) que rendían por término medio 3 por uno y entre las cuales había 150 de viña. Entrado nuestro siglo, Arazuri contaba ya con parada de sementales y molino, continuando su castillo-palacio de cabo de armería -que databa del siglo XVI- en propiedad del conde de Escalante.
Palacio
Figuraba como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. Constituye uno de los mejores ejemplares de castillo-palacio dentro de una estructura todavía medieval. Conserva sus recias torres aspilleradas en los ángulos, un lienzo con barbacana y el torreón principal coronado por matacanes. A partir de una torre de planta rectangular más antigua se construyó el típico recinto cuadrangular con torres en los ángulos y construcciones a lo largo de los muros. Se conserva todo el pabellón occidental, en el que podemos advertir interesantes elementos de las construcciones civiles del gótico avanzado: ventanas geminadas, chimeneas, lienzos sobre modillones, etc.
A principios del siglo XV pertenecía a don Lancelot de Navarra, protonotario de Benedicto XIII, y a mediados del mismo siglo al tesorero Juan de Monreal. Tras el matrimonio de doña Luisa de Monreal con don Juan de Beaumont, pasó a pertenecer a este noble linaje. Sirvió de avanzadilla al duque de Alba en la conquista de Navarra. En 1524 era palaciano don Francés de Beaumont, hijo de don Juan, que heredó las mercedes y acostamientos que disfrutaba su padre. En 1644 llevó pleito el conde de Escalante, nuevo propietario, quien logró sentencia favorable de exención de cuarteles para el palacio. Hubo nuevos pleitos en 1749, que promovió el que a la sazón poseía el título condal, don Sancho Fernández de Miranda.
En los siglos XV y XVI se hicie¬ron en el palacio obras de importancia. Según el Libro de Armería, el antiguo escudo de este noble solar era, en campo de gules, un chevrón combado de plata y tres panelas del mismo metal.
Parroquia de San Juan Bautista
Levantada en el siglo XVI, con nave única y capillas laterales a manera de transepto, cubierta por bóvedas de nervaduras, tuvo un retablo romanista de Martín de Elordi pintado por Juan de Landa. El hastial mantiene todavía la portada y una ventana tardorrománica, cuyos capiteles muestran motivos vegetales muy sencillos. El antiguo coro, obra de Pedro de Iturgui, fue recientemente derruido (1976). Entre el ajuar hay que reseñar una cruz procesional gótica florenzada de brazos burilados con motivos serpenteantes y las figuras de la Virgen, San Juan, y el Cordero Místico. Tuvo esmaltes de los que apenas quedan restos.
La ermita de Santa María de la Peña, del siglo XIII, posee una portada con decoración vegetal en los capiteles que sostienen arcos apuntados.
Se tiene noticia de que a orillas del Arga existió la ermita de Santa Lucía, que fue arrastrada por una riada.