Murchante
Zona no vascófona.
Su término municipal, rodeado en su mitad N por el de Tudela y en la S por el de Cascante, se halla atravesado por el canal de Lodosa. Salvo una pequeña parte del Mioceno detrítico (arcillas y limos rojizos con intercalaciones de areniscas) que aflora junto al río Queiles y el pueblo y al N del municipio, casi todo lo demás se halla cubierto por los depósitos de las terrazas fluviales y glacis de erosión. Dominan las llanuras hasta el punto de que casi todo el término se halla entre 300 y 340 m de altitud.
Clima
El clima es el propio de la Depresión del Ebro: mediterráneo-continental. Algunos de los valores medios anuales son: 14º-16º C de temperatura, 400-450 mm de precipitaciones, caídas en 50-60 días y unos 725 mm de evapotranspiración potencial. El verano es seco y el cierzo muy frecuente e intenso.
Flora
El paisaje vegetal originario está profundamente transformado.
HERÁLDICA. Trae de azur y una casa en su color natural sumada de una torre redonda de oro, como tal figura en los sellos y banderas de su ayuntamiento. La casa representa a su municipio.
CASA CONSISTORIAL. Fue construida en 1953 según diseño de Victor Eusa, en el solar de una anterior. Consta de sótano, planta baja y dos elevadas. La fachada está ejecutada en ladrillo caravista y tiene porches en su planta baja. La primera planta se articula en un balcón central, flanqueado por dos ventanas simétricas. El Ayuntamiento está regido por alcalde y diez concejales.
ARQUEOLOGÍA. Existe noticia de hallazgos en su término de diversos restos romanos y monedas del emperador Antonino Pío.
HISTORIA. Seguramente era ya un lugar de señorío musulmán cuando fue reconquistado por Alfonso I el Batallador junto con Tudela (1119), en cuyo área jurídica quedó inscrito; su mezquita fue también incorporada, al menos teóricamente, a la iglesia de Santa María de la misma ciudad. Con todo, la villa debió de ser asignada en propiedad al linaje de los Azagra, pues los hijos de Gonzalo López de Azagra y su mujer María López de Murieta la enajenaron (1178) por 2.900 morabetinos lopinos a los hospitalarios de San Juan de Jerusalén y a Santa María de Tudela, conjuntamente. El monasterio de Leire había recibido una heredad del término que cambió (1141) al rey García Ramírez. El topónimo consta en aquella época con las grafías de «Murzant», «Murxant» y «Murgan». La iglesia tudelana adquirió luego (1370) mediante permuta la parte de los Hospitalarios y en 1418 el deán Sancho Sánchez de Oteiza promulgó unas ordenanzas para el gobierno del lugar, cuya población era casi totalmente mudéjar. Tras la expulsión de los moros (1515), la mezquita se erigió en iglesia. Murchante se recuperó de esta emigración -de importantes consecuencias económicas allí donde tuvo lugar- y en 1665 fue uno de los pue bos que adquirió el goce de los montes de Cierzo con otros pueblos de la Navarra meridional. Hasta las reformas municipales de 1835- 1845 gobernaban Murchante dos regidores, y correspondía la jurisdicción al alcalde de Tudela. Con las citadas reformas, quedó como ayuntamiento separado, sometido a rég men común.En 1847 tenía posada pública y escuelas, una de niños, frecuentada por sesenta y dotada con 2.500 reales al año, y otra de niñas, a la que acudían cincuenta y cuya maestra percibía 1.500; los caminos eran locales y se hallaban en buen estado; funcionaban tres fábricas de aguardiente y un molino harinero. La principal producción se destinaba al comercio del vino.
Durante la segunda mitad de la centuria y la primera del siglo XX mantuvo un ritmo de crecimiento notable, característico de buena parte de la Ribera. Además de las nuevas carreteras, contó desde entonces con estación de ferrocarril. En los años 1920 existía un molino de aceite, dos grandes graneros, quince bodegas y sendas fábricas de aguardiente y ladrillo y teja. Había un convento de concepcionistas que habían sumado un colegio privado a las dos escuelas públicas. Los vinos de Murchante gozaban de excelente fama y aceptación comercial.
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN. La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción es una fábrica de nueva traza, erigida en el año 1952 sobre el solar de la antigua iglesia, cuya primitiva disposición parece respetarse en la planta y alzado actuales. De su ajuar puede destacarse, por su calidad, una imagen de vestir del Cristo de la Siembra, obra documentada del escultor Juan de Biniés en el año 1627, con la policromía de Juan de Lumbier. Su cabeza y expresivas manos están de acuerdo con la teatralidad propia de las imágenes procesionales del siglo XVII, ya que la reciente restauración ha sabido respetar su primitiva fisonomía. El retablo mayor, de traza churrigueresca, en relación estilística con el círculo de entalladores tudelanos que trabajaban en torno a 1700, cobija una escultura barroca de San Roque procedente del retablo de su nombre. Este último, presidido por una imagen moderna del titular, es del mismo estilo que el anterior, próxima al círculo de Francisco Gurrea y conserva algunas esculturas originales, además de la talla de un ángel de mediados del siglo XVI. También se guarda en la parroquia una imagen barroca de Santa Bárbara, repintada, y otra de un Crucificado de comienzos del siglo XVII, ubicado primitivamente en un retablo cuyas pinturas tenebristas con escenas de la Pasión se aprovechan hoy día en el retablo del Cristo de la Siembra.
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