ARCHIVO del patrimonio inmaterial de NAVARRA

Larrasoaña

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  • Denominación oficial:
    Larrasoaña
  • Tipo de localidad:
    Concejo
  • Censo:
    139 (2016)
  • Extensión:
    0.00 km2
  • Altitud:
    506 m
  • Pamplona (distancia):
    15.00 Km
  • Localidad superior:
    Esteribar


Zona vascófona.

El término limita al N con Imbuluzqueta y Urdániz, al S con Aquerreta, al E con Irure y al O con Idoy, Sarasíbar y Esáin.
Superficie comunal, 38 Ha (1 de cultivo, 36 de pastos, 1 de monte maderable).

Villa cuyo origen se atribuye al monasterio de San Agustín de Larrasoáin (Larrasoaña), fundado al parecer en el siglo X e incorporado al de Leire en el siglo XI. En el plano de Iriberri, cercano al monasterio, se instaló un grupo de francos, a los que Sancho VI el Sabio otorgó el fuero de Pamplona (1174). La nueva villa de francos acabó adoptando el nombre de Larrasoaña en el siglo XIII. Desde 1319 existe constancia escrita de su asistencia a las reuniones de las Cortes, dentro del brazo de las Universidades. En 1329 fue sede de una de ellas, en la que se perfiló el juramento que días después habían de prestar los reyes Felipe III y Juana II. En 1427 había perdido sus connotaciones de núcleo burgués y, aunque formalmente francos, sus habitantes se dedicaban preferentemente a la agricultura.
Tras la peste negra su población tan sólo sumaba 18 fuegos (1366), cifra que creció a 31 (1427) y 47 (1553). La disminución del comercio v de las relaciones con Francia puede explicar sus períodos de declive y estancamiento hasta principios del siglo XVIII: 31 fuegos (1646), 34 (1678) y 27 (1726). Tras un notable aumento durante el XVIII, hasta alcanzar los 205 habitantes en 1786 inició de nuevo un retroceso demográfico hasta mediados del siglo XIX: 193 habitantes (1824) y 147 (1857).
Fue municipio independiente hasta 1928, año en el que se integró en el de Esteríbar.
Por ser punto de reunión de los peregrinos, hubo en este pueblo tres hospitales. El más antiguo fue el del monasterio de los Religiosos Agustinos, propiedad de la colegiata de Roncesvalles, el de la cofradía de Santiago y el de San Blas.

En relación con el hospital de San Blas, por documento archivado en el Obispado con fecha del año 1695, se sabe que tenía casa y heredades, siendo sostenido gracias a las limosnas de cofrades y vecinos. Al cuidado del centro estaba una beata, una religiosa o un casero, encargados de dar cobijo a los peregrinos. En el año 1640 había en este hospital solamente tres camas y su actividad fue decreciendo, gracias a la mala administración de sus recursos a partir de 1604.

 

En el interior de la población se alza la parroquia de San Nicolás de Bari, de nave única con cabecera recta y torre a los pies, que todavía conserva algunos elementos de la primitiva construcción gótica. Resulta interesante la construcción de la antigua sillería dependiente de la colegiata de Roncesvalles, cuya planta rectangular está jalonada por cinco pares de contrafuertes.

La disposición del caserío, característica de los pueblos-camino que atraviesa el Camino de Santiago, distribuye a ambos lados de la calzada casonas, algunas de las cuales denotan por sus vanos, origen medieval y otras muestran aleros y labra de sillares del siglo XVIII.