Abaurrea Alta
Zona vascófona.
Limita al N con Jaurrieta, al E con este municipio y con el monte Remendía, al S con Urraul Alto y al O con Abaurrea Baja.
En el territorio de Abaurrea Alta se pueden distinguir dos unidades geomortológicas. Por un lado la su perficíe de erosión o de denudación de Jaurríeta. que sirve de pedestal o piedemonte al escarpe meridional de la sierra de Abodi; tiene una altitud media de 1.050 m y por ella discurre el tramo SO-NE del río Zato ya haciendo de muga parcial entre Abaurrea y Jaurrieta. Desde el panto de vista ecológico se trata del flysch con intercalaciones de niveles calizos del Eoceno Inferior plegado y cabalgante hacia el S. Esta alta superficie domina mediante un fes toneado escarpe de calizas dolomíticas del Paleoceno (San Miguel, 1.128 m; Mendizorroz. 1.152 m) a la de presión periférica del macizo de Oroz-Beteiu. excavada en las mar gas del Cretácico Superior en la que se asienta Abaurrea Baja. En segundo lugar, la extremidad suroriental del mencionado macizo de Oroz-Betelu. cerca de Baigura (1.477 m). formada principalmente por areniscas y conglomerados rojizos del Triásico Inferior.
Comunicaciones: Situado e;i la carretera comarca! NA-140 Burguete-Isaba.
Clima y Medio Ambiente
Las características térmicas del lugar habitado más alto de Navarra son: inviernos largos y fríos, veranos moderados y temperatura media anual comprendida entre 6º y 10º C. según la altitud. Las precipitaciones medias anuales ascienden a 1.200-1.400 mm, caen en unos 130 días y la innivación es alta: no hay sequía estival y la evapotranspiración potencial media anual es de 600-650 mm.
Flora
Hayas, pinos y robles son. por este orden, los árboles dominantes en los bosques. Las hayas dominan en las vertientes expuestas al N y NO, los robles (Quercus petraea) en las partes más bajas y los pinos (Pinas sylvestris) por casi todas partes. La deforestaeión hecha mediante talas abusivas e incendios explica que los pastos y matorrales ocupen casi tanto como el bosque.
ARQUEOLOGÍA. En su término se localiza el yacimiento arqueológico en cueva, de Zatoya. con restos estratificados desde el Aziliense a ía Edad del Bronce.
HISTORIA. Históricamente se formó quizá como un desdoblamiento de la villa de Abaurrea Baja. Acaso deba identificarse con la nueva población que Teobaldo I acordó implantar (1237) con el nombre de «Castel Nuevo» (Castillonuevo) en el término de Zazaoz, disputado entonces entre los vecinos de Abaurrea (Baja), y los del valle de Salazar. A efectos administrativos, fiscales y judiciales estaba integrada en el valle de Aézcoa. Hasta el siglo XVI se computa su población junto con la de Abaurrea Baja. Sus vecinos cedieron al rey (1435) el patronato de su iglesia, la cual fue poco después (1441) adscrita por el papa a Santa Mana de Roncesvalles. Su advocación de San Miguel cambió en e¡ sielo XV por la de San Pedro. A comienzos del siglo XIX era considerado un terreno pobre; en 1849 el término abrazaba 5.560 robos de tierra de baja calidad, con cosechas inciertas y limitadas por la duración de las nieves. Producía trigo, comuña y hortalizas, madera y pastos para un ganado muy abundante. Contaba por otra parte con una industria elemental, pero más abundante que la de muchos otros pueblos de la Montaña. Tenía algunos telares de paños burdos y dos molinos harineros, que solamente se movían durante el invierno. Ochenta años después, seguían funcionando. se fabricaban peines y cucharas de boj. Había llegado la luz eléctrica desde la central de Valcarlos e iba dotándbsc'de los elementos administrativos y servicios más significativos: tenía guardamontes, un puesto de carabineros con diez individuos y se estaba construyendo la carretera que había de unirla con Ga-rayoa y Jaurrieta. Hasta la reforma administrativa que siguió a la primera guerra carlista, en 1845, era lugar de realengo gobernado por el alcalde y capitán a guerra del valle de Aezcoa y por un regidor elegido entre los vecinos. Por su situación geográficamente marginal, alejado no sólo del centro de Navarra sino de los principales pasos fronterizos, Abaurrea no padeció de forma especial las guerras, salvo la de la Convención"1 de 1793-1795. a resultas de la cual quedaron arruinadas más de cuarenta de sus casas. En 1802 sólo quedaban en uso dys, de manera que sus 272 habitantes vivían en albergues y choaas. La transformación económica de la Abaurrea se efectuó sobre todo en las décadas centrales del siglo XX. Las Abaurreas Alta y Baja fueron concejo unido hasta 1845, en que [a Alta se constituyó en ayuntamiento propio.
HERÁLDICA MUNICIPAL. Trae de plata y un encino de sinople a cuyo tronco está atravesado un jabalí de sable. Bordura de gules. Este blasón es el propio del valle y de cada uno de sus pueblos. El 30 de julio de 1609 certificaba el secretario de la Cámara de Compres sobre este escudo: «Un jabalí de sable atravesado en un encino de sinople en campo de argem, con una orla engresle de gules».
CASA CONSISTORIAL. Está construida en piedra y de tipología propia de la zona, en ¡a que últimamente se han llevado a cabo reformas. Su Ayuntamiento está regido por alcalde y cinco concejales. La secretaría está compartida con Abaurrea Baja.
IGLESIA DE SAN PEDRO. En el pueblo se alza la parroquia de San Pedro, que consta de una nave de dos tramos con capillas laterales y cabecera poligonal. Sus cubiertas tienen complicadas bóvedas estrelladas gótico-renacentistas. El coro se alza a los pies, es de estilo renacentista y data de 1597. La bóveda del sotocoro muestra una compleja red de nervios y sus nueve claves se hallan decoradas con escudos V diversos anagramas. Al exterior los paramentos son de süiarejo, con contrafuertes y torre cúbica a los pies, tan ancha como la nave. La portada se abre en el lado de la Epístola a través de un arco apuntado; ha sido restaurada. En la sacristía se guarda una cruz procesional con alma de madera chapeada con láminas de plata; ofrece esquema tardogótico con decoración «a candelieri» y data de la primera mitad del siglo XVI. El retablo mayor, desaparecido, era obra de los escultores de Lumbier Juan de la ¡lera y Gaspar Ramos.
CRUCERO. El crucero del pueblo se halla destruido y arruinado, data del siglo XVI y en uno de sus fragmentos se encuentra la inscripción «Pedro me fecit. Año 1568».
ERMITA. Se conservan asimismo restos de la Ermita de San Miguel, construcción protogótica de planta rectangular con potentes arcos fajónos que apean sobre ménsulas-capiteles de filiación cisterciense.
PUENTE. En el limite municipal, sobre el río Zatoya, existe un viejo puente de piedra.
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