Zona mixta

Está situado en el extremo O del valle de Gulina, en una media ladera a la derecha de un riachuelo que baja de Cía. Efectuada la concentración parcelaria (1973): 72 Ha, 8 propietarios, 166 parcelas antes y 41 después. Comunes, 336 Ha (290 de monte maderable, 40 de pastos, 4 de secano).

Historia

En el siglo XIII consta como villa del patrimonio de la Corona. Aparte de entregar una pecha en especie (cebada y avena), sus moradores debían concurrir con los del mismo valle de Gulina a las labores de construcción o reparación de esta prestación a cambio de una pecha en metálico de dos sueldos por villano. De acuerdo con esta tasa la población puede calcularse poco después (1280) en unos 20 fuegos.
En 1849 se le atribuyen 1.300 robadas, de ellas 500 pobladas de robles y hayas y otras 500 dedicadas a cultivo.

Palacio

El palacio de Aguinaga existía ya en 1637, fecha en la que aparece en una relación de solares y casas de linaje, pero no consta expresamente su calidad. Sin embargo, en el informe remitido en 1723 a la Cámara de Castilla por la de Comptos de Navarra figura con toda claridad como de cabo de armería, siendo su poseedor en esa fecha la marquesa de Montehermoso.

Iglesia de San Pedro

Se halla coronando el caserío del pueblo y hoy en día se encuentra agregada a Cía. Su construcción data del siglo XIII y presenta una nave cubierta por bóvedas de crucería simple y cabecera recta. Al exterior, se percibe el pesado bloque de muros de sillería jalonados por contrafuertes, y el campanario situado a los pies del edificio. La primitiva portada del mediodía fue destruida y tapiada sustituyéndose por otra en el poniente. De su retablo mayor quedan las tablas, con escenas de la Pasión y de la vida de San Pedro. Estas pinturas ya estaban realizadas para 1570 por Ramón de Oscáriz, situándose en la etapa central de la producción de este pintor navarro. Dentro del templo se conserva la antigua pila bautismal.

Santuario de la Trinidad de Erga

Se sitía en el término de Aguinaga, en la cima del monte de su nombre entre los valles de Arakil, Gulina e Imotz, que presenta una planta rectangular cuyos alzados responden a modelos de la arquitectura doméstica y popular. En su interior se venera desde hace siglos la imagen pétrea de la Santísima Trinidad, de estilo gótico, datable a finales del siglo XIII. A la excelente calidad hay que añadir interesantes pormenores iconográficos.