Mirafuentes
Zona no vascófona.
Limita al N con Nazar, al E con Mendaza, al S con Desojo y al O con Espronceda y Torralba del Río. Tiene 2,78 km, de los cuales 92 Ha son comunales, y participa en la facería de Mataverde*. Su término consta de dos partes, una llana al N, donde está el núcleo de población (651 m), y otra serrana al S (783 m). El área llana está atravesada de O a E por el río Odrón, y pertenece a la depresión tectónica arcilloso-areniscosa del Oligo-Mioceno. La montañosa se corresponde con el afloramiento de la banda rojo-vinosa de areniscas, arcillas y limos del Oligoceno Inferior.
Clima
El ambiente bioclimático del municipio puede clasificarse de mediterráneo continental. Los valores medios anuales varían con la altitud entre 8-10° de temperatura, 800-1.000 mm de precipitaciones, caídas en 100-120 días, y 650-700 mm de evapotranspiración potencial.
Flora
La cubierta vegetal originaria, que estaría principalmente formada por encinares ha sido degradada por el hombre.
HERÁLDICA MUNICIPAL. Trae de oro y tres rosas de gules en triángulo mayor, esto es, dos en jefe y una en punta.
CASA CONSISTORIAL. Ha experimentado sucesivas reformas. Recientemente se ha ejecutado una obra de rehabilitación y reforma del edificio para adecuarlo a las exigencias actuales, con un importe de 1,4 millones, en cuya financiación ha participado el Gobierno de Navarra. El ayuntamiento está formado por alcalde y cuatro concejales.
HISTORIA. Antigua villa de señorío realengo, cuyas cargas actualizó el rey Teobaldo I (1236) junto con las de Ubago, cifrándolas en una pecha anual de 800 sueldos. Dispuso también que ambos lugares quedaran perpetuamente vinculados al patrimonio de la Corona; con todo, los monarcas Juan III y Catalina dieron sus rentas (1511) al mariscal Pedro de Navarra.
Integrada en el valle de Berrueza permaneció unida a este hasta su disgregación en 1846.
En 1847 Mirafuentes tenía escuela, dotada con 704 reales al año, y para el servicio de la parroquia contaba con un abad, que era presentado por los vecinos, y un beneficiado, cuya presentación correspondía al abad.
PALACIO. Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. En 1513, su dueño Lope de Mirafuentes figuraba como caballero remisionado de cuarteles en el rolde del tesorero de Navarra. Su hijo Pedro López de Mirafuentes obtuvo sentencia de exención en 1524. El año 1696, Josefa de Acedo contrató con Juan de Larrondo, cantero de Asteasu, la obra de la nueva fábrica del palacio. En 1716 pleiteó Diego Francisco de Acedo y Mirafuentes, defendiendo la exención en el pago de cuarteles. En 1746 hubo cuestiones con la Diputación, que se negaba a reconocerle su calidad, hasta que en 1761 mandó el Consejo Real que se anotase en los libros reales como de cabo de armería. En consecuencia, el palaciano solicitó rebate de cuarteles en 1766 y 1782.
La parroquia de San Román, construida en estilo protogótico a comienzos del siglo XIII, consta de una sola nave, estrecha y larga, compuesta por tres tramos desiguales más la cabecera cuadrada, todo ello articulado por arcos fajones apuntados sobre capiteles de hojarasca que separan las bóvedas de crucería, estas últimas de nervios pentagonales apeados en ménsulas. El pórtico y la sacristía datan del siglo XVII y el coro se realizó en la centuria siguiente igual que la torre barroca, ejecutada en el año 1748 por el maestro Martín de Mascarán. Entre 1689 y 1697 el arquitecto estellés Juan de Almándoz realizó el retablo mayor que tasaron poco después Miguel de Bengoechea y Vicente López Frías. La traza, propia de un primer barroco, incorpora un sagrario romanista del año 1606 debido a Bartolomé Calvo; romanista es también la talla de la Asunción que se atribuye al ensamblador Juan de Lerín antes de 1606, mientras que el resto de la imaginería corresponde al Barroco pleno del siglo XVIII. A esta época pertenece también el retablo de la Inmaculada con la imagen titular moderna y las de San José y Santa Ana barrocas, de buena calidad, próximas al estilo del escultor Juan Antonio de Suso.
La Ermita de San Adrián, sustancialmente rehecha en el año 1955, está compuesta por una nave de sillarejo donde recibe culto la Virgen de Beraza, talla gótica del siglo XIII muy retocada; la escultura de San Juan romanista y la de San Adrián barroca. Junto a la ermita se localiza el palacio de Mirafuentes. Queda también en el caso urbano la casa de la primicia, del siglo XVI, y un par de escudos barrocos.