EL CURA Y LAS DOS MUJERES
En un pueblo había dos mujeres viudas y fueron a pagar unas misas pa- ra sus difuntos maridos. Una le regaló un pollo al cura y la otra le dio dine- ro. Y se encontraron las dos en la pila del agua bendita, se miraron y dijo en- fadada una a la otra:
–Oye, esta misa ha sido para mi marido.
–Ha sido para el mío –replicó enfadada la otra.
–Ha sido para el mío –gritó enojada la primera.
–Vamos a esperar a que salga el cura y se lo preguntamos –dijo la segunda.
Cuando salió el cura, se le acercaron y le preguntaron:
–¿Para quién ha sido la misa? ¿No ha dicho usted que para mi marido? Y contestó el cura:
–Andad tranquilas, hijas, que como a tu marido le haya sabido el pollo
tan bueno como a mí, ya está en el cielo.