Villava
Limita al N con Ezcabarte, al E con Huarte, al S con Burlada y al O con Pamplona.
Las margas de Pamplona (Biarritziense, Eoceno Medio), sobre las que se asienta casi todo el territorio, están cubiertas, en su mayor parte, por los aluviones de las terrazas de los ríos Arga y Ulzama, que dan lugar a superficies llanas. Al N, un estrecho afloramiento de areniscas, ha resistido mejor la erosión y forma una cresta (584 m) de unos 150 m de altura relativa, entre las de San Cristóbal y Miravalles.
Heráldica municipal
Trae de gules y las cadenas de Navarra en orla, cruz y sotuer de oro, partido de azur y un lucero de ocho puntas de oro surmontado de un creciente de plata. En la fachada de la Casa Consistorial se representan estas mismas armas, pero en vez de aparecer el campo partido, están separadas en dos escudos acolados. En los siglos XIII y XIV usaba un sello en el que figuraba el martirio de San Andrés, santo titular de la parroquia.
Casa Consistorial
Se encuentra en la calle Mayor junto a la plaza de la Iglesia y consta de cuatro cuerpos. La construcción es de ladrillo. La fachada tiene zócalo de sillares que se continúa en forma de cadena en las esquinas hasta la cornisa. Recientemente se ha realizado en ella una importante reforma por importe de 239 millones, con ayuda económica del Gobierno de Navarra. El ayuntamiento está regido por alcalde y doce concejales.
Historia
Fundada en 1184 por Sancho VI el Sabio, quien creó una Villa nueva con el terreno de una heredad regia situada en el valle de Egüés. Para atraer pobladores les concedió el fuero que disfrutaban los habitantes del burgo nuevo de San Nicolás de Pamplona. Poco después de subir al trono, Teobaldo II confirmó sus fueros (1254). Se ha dicho que entonces era una de las buenas villas del reino, pero la afirmación carece de fundamento y hay que esperar a 1297 para que aparezca dentro de la hermandad de buenas villas. Durante el reinado de Carlos III obtuvo varias reducciones temporales de impuestos motivadas por diversos problemas. En 1406 los vecinos renunciaron al derecho de patronato que tenían sobre la abadía o iglesia parroquial en favor del rey, con el fin de evitar rivalidades en la elección de clérigos. Carlos III entregó la abadía a Santa María de Roncesvalles ese mismo año. Teniendo en cuenta las mortandades y la pobreza que la villa había sufrido durante los diez años de la guerra Civil, Juan II le perdonó el censo anual que se entregaba al rey por cada casa de acuerdo con el fuero fundacional. Durante toda la Edad Media y hasta el siglo XVII la villa perteneció a la merindad de Sangüesa, pero en la segunda mitad de esa centuria figuró ya dentro de la merindad de Pamplona o de las Montañas.
Hasta las reformas municipales de 1835-1845 la gobernaba un alcalde, nombrado por el virrey a propuesta de la villa, auxiliado por el cabildo de corregidores, cuya designación se hacía mediante sorteo entre los vecinos insaculados. Tras las reformas, quedó como ayuntamiento de régimen común.
A fines del siglo XVIII contaba con dos molinos harineros, un batán, y escuela de primeras letras. Años atrás había fábricas en que se trabajaban paños, cordellates, bayetas y estameñas. Pese a su decadencia había aumentado el número de maestros pelayres que trabajaban en sus casas. La principal producción era agrícola: sobre todo de vino, trigo suficiente para el consumo así como legumbres y otros. Servían la parroquia un cura, un beneficiado, un sacristán y un organista y aparte existía el convento de Santa Clara, que contaba con veintisiete monjas, sujetas al ordinario de la diócesis y asistidas por un vicario, dos capellanes y un sacristán. En la «basílica de la Trinidad», distante media legua, había dos cofradías de sacerdotes y legos, que mantenían su vicario, capellán, alcalde y cárcel para el ejercicio de toda jurisdicción en su distrito.
Al mediar el siglo XIX la escuela estaba dotada con 2.800 reales al año; cruzaba el pueblo la nueva carretera de Francia. Por entonces funcionaban aparte del batán y los dos molinos; una adobería, una fábrica de papel continuo y otra de papel pintado. La feria duraba ocho días desde el lunes de Pentecostés.
Durante la segunda mitad del siglo XIX y los comienzos del XX las comunicaciones mejoraron por la construcción de nuevas carreteras próximas al término y el paso por el mismo del tranvía de Huarte y del ferrocarril de Pamplona a Sangüesa. En los años veinte de nuestra centuria las escuelas ya eran dos; había autobuses diarios que llegaban a Villava haciendo el recorrido Pamplona-Irún o Baztán; guardia civil y carabineros. Hubo colegio de jesuitas hasta el tercer cuarto del siglo XIX; posteriormente los edificios fueron ocupados por las dominicas, dedicadas a la enseñanza; también había convento de dominicos, asimismo con colegio anejo. La villa se había convertido en los años veinte en foco de la incipiente industrialización navarra; la antigua fábrica de papel había dado paso a una de las más importantes factorías que tenía en España la Papelera Española; sobresalía la sociedad Esparza y Compañía, sobre todo por sus talleres de construcción de carruajes es agrícolas y por sus bodegas, de las que salían vinos y aguardientes, alguna de cuyas marcas iba adquiriendo renombre nacional; en 1912 se había construido la Escuela de Viticultura, que más tarde pasó a ser Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola. Y se alzaba en parte en el término de Villava el Manicomio, también de reciente construcción.
Enlaces a archivos de interés:
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela
Portal de Archivos Españoles (PARES)
Enlaces a hemerotecas de interés:
Hemeroteca del Diario de Navarra
Hemeroteca del Diario de Noticias
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
La iglesia parroquial de San Andrés, al ser ampliada hace pocos
años, perdió su aspecto anterior y fueron suprimidos totalmente los
notables retablos barrocos que poseía, lo mismo que la caja del órgano,
también del mismo estilo barroco. La talla del santo titular pertenecía
al antiguo retablo mayor.
Enlaces de interés:
A) Documentos digitalizados (públicos y privados) de interés para la localidad
B) Enlace al archivo municipal
C) Otros archivos con documentos relevantes sobre la localidad
Archivo General y Real de Navarra
Archivo Diocesano del Arzobispado de Pamplona y Tudela