Un tártalo es un personaje de la mitología en Navarra y País vasco con forma de enorme cíclope de un solo ojo. Se dedicaba a cuidar del ganado. Su similitud con Polifemo de la mitología griega es notable. La leyenda cuenta que capturó a un jóven cristiano reteniéndole en su cueva, para ello le colocó un anillo que gritaba "- ¡Estoy aquí! ", mediante una argucia el cristiano logra salir de la cueva escondido ente el ganado del gigante, pero como el anillo le delataba, en su huída decide cortarse el dedo y lanzarlo a una sima. El gigante creyendo que el cristiano había caído, se tira tras de él quedando atrapado en las profundidades para siempre. Según el "El Gentil de Muskia" contado en 1910 por José María de Auzmendi que ubica la leyenda en Guipúzcoa.