UNA ANÉCDOTA DE VÉLEZ
En Igúzquiza había uno que se llamaba Vélez y que era muy chistoso. Y fueron a ver la sima unos de Estella. Vélez estaba allá a lo lejos escarbando patatas en una parcela y le gritaban los de Estella:
–Oiga, usted. ¿Dónde está la sima? Y pensaba Vélez:
–Me vais a joder un rato.
Y decidió hacerse pasar por mudo:
–Mmm.
–¿A ver dónde está la sima? –insistían los de Estella.
–Mmmm, mmmm, mmmm –gritaba imitando a un mudo. Y los otros, que lo oyeron, decían enternecidos:
–¡Qué pobre hombre: es mudo! Y era una pieza de cuidado.