EL CASTILLO DE MONJARDÍN
Una vez, en Villamayor de Monjardín, un pastor le lanzó una pedrada a alguna oveja o cabra, pero falló y sonó un ruido muy raro. Y, al oírlo, el pastor maldijo:
–Si he hecho mal, que se me seque el brazo.
Y efectivamente se le secó el brazo. Bajó el pastor y otros hombres del pueblo y vieron que donde sonó el ruido estaba la cruz. Por lo que allí es donde hicieron la ermita encima de las rocas.