Zona vascófona.

El término limita al N con Orella, al S con la Sierra de Aralar, al E con Betelu y al O con Gaínza.
Comunes, 411 Ha (225 de monte maderable, 108 de helechal, 71 de pasto).

Lugar de señorío realengo, cuya pecha anual sumaba en 1280 la cantidad de 96 sueldos. Los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén poseyeron algunas heredades en su término desde el siglo XIII. Los reyes Juan III y Catalina concedieron a sus vecinos (1507) el privilegio de hidalguía colectiva.
En 1847 -tras la reforma municipal de 1845- se escribe que Intza tenía ayuntamiento propio a pesar de hallarse unido al general del valle. En todo caso, en el ayuntamiento que formaba el valle de Araitz quedó incluido Intza hasta nuestros días. En el mismo año 1847 tenía escuela, dotada con 2.000 reales; canteras de piedra y cal y dos minas de hierro productivas; caminos de herradura, carretiles de montaña y uno de travesía que unía y une él pueblo con la carretera de Pamplona a Tolosa; se recibía el correo desde Lecumberri por el valijero del valle; se practicaba el carbonero y había una ferrería, además del molino harinero de que se hablaba ya en 1802.

En el interior de la parroquia de Santiago destaca un interesante retablo con tallas y pinturas del siglo XVI dedicado al titular y a escenas de la vida de Cristo. Asimismo sobresale una cruz de plata sobredorada con la imagen del arcángel San Miguel.

En el término de Intza se encuentra la ermita de Santa Cruz.