Zona no vascófona.

Limita al N con la provincia de Guipúzcoa, al S con Zúñiga, al E con Narcue.
 

En la ermita de San Se­bastián de este lugar, se encontraron empleadas como material de cons­trucción varias lápidas romanas, concretamente 7 estelas funerarias y fragmentos de otras dos. Algunas aparecen decoradas con pámpanos y racimos de uvas, símbolos funera­rios característicos del mundo roma­no. Fue lugar de señorío realengo que abonaba pecha y “fossadera” junto con los demás núcleos del valle de Lana. Se incorporó a su término el despoblado de Iriberriguchía, por una pecha de 20 libras anuales, re­ducida luego a 10 y condonada por el rey Juan II (1462) en atención a los servicios prestados por los vecinos en la guerra con Castilla.
En 1850 tenía escuela, dotada con 1.140 reales al año; los caminos eran locales y de herradura y se encontra­ban en mediano estado: se recibía el correo desde Estella una vez por se­mana, por valijero y además de la agricultura y la ganadería se practicaba el carboneo. A comienzos de nuestro siglo se formó una Caja ru­ral, había molino y conservaba el archivo del valle.

La parroquia de San Saturnino, emplazada en alto sobre el caserío, es una iglesia barroca que aprovecha el espacio y parte de los muros de sillarejo de la primitiva fábrica del siglo XVI, cuyos cuatro tramos de nave y cabecera poligonal se han recubierto modernamente con bóvedas de medio cañón con lunetos. A esta fase constructiva pertenece también la sacristía, compuesta por dos tramos cuadrados de bóvedas de arista separadas por un arco fajón de medio punto, así como la torre prismática con cuerpo octogonal de remate que se sitúa a los pies del templo.

De estilo plateresco es el retablo mayor atribuido al entallador vitoriano Juan de Ayala, que debió reutilizarlo en torno a 1560; aunque su aspecto de conjunto es monumental, la obra no resiste un análisis pormenorizado ya que los relieves y bultos son de calidad mediana. El sagrario fue añadido en el siglo XVIII y la caja neoclásica con la Virgen del Carmen se introdujo en el XIX. Hay además una talla de un Santo Cristo expresivista del segundo tercio del siglo XVI, en un retablo barroco del último tercio del siglo XVII, que se acompaña de una imagen del XVI convertida en Dolorosa de candelero dos siglos más tarde. A los comienzos del siglo XVII pertenecen los retablos manieristas de San José, la Inmaculada y el Corazón de Jesús, así como un hostiario de plata con punzones del platero ANZIN y la estrella simbólica de la ciudad de Estella.

También se guarda en la parroquia la talla de la Virgen de Zumadoya, obra gótica del siglo XIII titular y procedente de la ermita de su nombre situada en las afueras del pueblo. Algo más lejos, sobre un montículo, se emplaza la ermita de San Sebastián, construcción rural de sillarejo cuya fábrica aprovechaba lápidas romanas hoy en el Museo de Navarra. A su cabecera se ajusta un retablo barroco de fines del siglo XVII, que alberga una talla mutilada de un santo obispo. Cerca de la anterior y con características similares se levanta la ermita de San Miguel, posible parroquia del despoblado de Iriberri-Guchía, presidida por un retablo manierista de comienzos del siglo XVII que cobija una talla barroca del titular con la policromía rehecha.

En el disperso caserío abundan los escudos que repiten, entre otros, las armas del Valle de Lana y las de García y Zúñiga.