De madre y padre de Los Arcos, era la quinta de ocho hermanos. Vivían de la agricultura y la ganadería. Tenían casa propia y tierras, donde sembraban cereal, y también tenían viña y olivos (además de huerta). Tenían cabras, cerdos, gallinas y conejos. Estudió con las monjas, pero no estuvo hasta los catorce años, porque empezó antes a trabajar en una casa del pueblo. Cuidaba a los niños, hacía las labores de la casa y también ayudaba en el bar y en la tienda que tenían. Trabajó allí durante trece años, hasta que se casó con su novio, que también era de Los Arcos y se dedicaba al campo. Después, trabajó quince años en el matadero (limpiando menudos, etc.) y otros quince limpiando la escuela del pueblo, hasta que se jubiló.