CANTERO SÁIZ, B. y GÓMEZ MANRIQUE, J. (2003). Xalbador, un bertsolari, una librería Tk, 15 (4), p. 115-120. ISSN 1136-7679.
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Resumen:
Xalbador, el refugio lector y musical de la calle Comedias, aunque pueda parecerlo, no está allí desde tiempos inmemoriales. Lo que hoy es Xalbador, ayer era la tienda de baños Salinas. Pablo Abarzuza recuerda que “1984, en este año se funda Xalbador, la fundó un grupo empresarial que tenía ya librería en San Sebastián y también tenían distribuidora”. En Xalbador son devotos del libro, pero el libro no es simplemente un ser más o menos rectangular, el libro se mueve en un barrio gigante: libro es libro antiguo y edición de bolsillo, libro es tipografía y es cosido de páginas. Xalbador es una librería general, “de/por/para” todo libro y lector, pero Xalbador cuenta con un componente añadido: “Cuando se funda Xalbador el objetivo que se persigue es difundir y potenciar nuestra literatura y nuestra lengua, la cultura vasca. Se pretende darle a la cultura en euskera un tratamiento especial, con un cierto romanticismo, primando lo cultural sobre lo económico pues, aunque la cantidad y calidad de las producciones en euskera ha subido, no es comparable todavía con las grandes producciones en castellano”. Esto explica también por qué esta librería se llama Xalbador, no Nabokov, tampoco Proust. “Se buscó al bertsolari más importante navarro, Xalbador, así como, por ejemplo, en San Sebastián, la tienda de la cadena Megadenda responde al nombre de Bilintx”.