Conchi creció en la casa conocida por el apellido de su padre, donde vendían vino y otros licores, en el barrio de los Capuchinos de Ansoáin y conocida por esta venta y por los curiosos animales que tuvieron en la casa y paseaban por la zona: una jabalina, picarazas, tortugas, lechuzas... Convivió junto con sus hermanos/as, padre y madre, abuelos/as y tías abuelas, en aquella casa grande que tenía bodega, patio, huerta… Fue una de las familias que vivió en el barrio antes de las edificaciones de las décadas de los 60 y 70 y que mantenía estrecha relación con el resto del barrio y el pueblo “viejo” de Ansoáin. Conchi vivió fuera del barrio entre los años 1975 y 1994, retorno en el que encontró el barrio totalmente cambiado. Se ha dedicado al oficio familiar, que con los años se trasladó a una tienda en la Calle Arturo Campión y, últimamente, en la distribución de vino sin establecimiento.