Ecala
Zona no vascófona.
Situado al pie de la sierra de Lóquiz, limita al N con la sierra de Urbasa, al SE con la de Lóquiz, al E con San Martín y al O con Eulate.
HISTORIA. Consta ya en el Libro del Rediezmo de 1268 entre los lugares del valle de Amézcoa Baja.
En 1734 obtuvo real gracia en virtud de la cual se prohibían las Vecindades foranas en Ecala, para lo cual contribuyó con cien ducados al «monasterio de Roncesvalles». En 1847 tenía escuela.
PALACIO. Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. Estuvo vinculado al noble linaje de los Baquedano. Ya en 1469 Johan Fernández de Baquedano, señor de Ecala, recibió de Juan II la pecha de Villatuerta y el quinto de Andía por su actuación en la recuperación de Estella. En 1567, en un pleito contra los jurados del valle, Diego Ramírez de Baquedano probó que sus palacios de San Martín y Ecala eran de cabo de armería. El año 1683 otro palaciano del mismo nombre obtuvo una nueva sentencia reconociendo su calidad y prerrogativas como tales. No obstante, no fueron incluidos en el informe de la Cámara de Comptos en 1723. Pertenecía en 1745 al marqués de Andía.
La parroquia de San Miguel se construyó a comienzos del siglo XIII en estilo protogótico con influencias cistercienses, si bien obras realizadas a lo largo del siglo XVI y XVII transformaron profundamente su aspecto original. Del antiguo edificio únicamente queda el espacio interior con la mayor parte de los muros; además del alzado total de los dos primeros tramos de la nave, con su cubierta apuntada. Asimismo corresponde al edificio medieval la portada abierta en el lado del Evangelio. El resto de la cubierta de la nave presenta dos tramos de bóveda de crucería, propia del gótico tardío, con las claves decoradas, algunas con las armas de los Baquedano.
En el retablo mayor, de estilo neoclásico, se aprovechan la talla del titular, San Miguel, así como unos relieves dedicados a la vida de la Virgen, del primer tercio del siglo XVI. San Miguel es una figura de canon alargado, con tratamiento geométrico de la anatomía. Los relieves, por su parte, ejecutados toscamente, están bajo la influencia de lo hispano-flamenco. En el capítulo de orfebrería merece mencionarse un cáliz de bronce y plata que se puede convertir en ostensorio. Es obra documentada del platero de Vitoria Andrés de Elorduy, tasándola en 1641 Padro Alejos y José de Ares. Su estructura purista se enriquece con cabujones de esmalte "champleve" de color azul. Merece reseñarse una crismera barroca de comienzos del siglo XVIII, con sus frentes y cubierta decorados por cardina dispuesta en torno a unos óvalos.
Pertenece a este lugar la ermita de Santo Tomás, cuyo origen medieval se transformó sustancialmente en el siglo XVII, cuando se le confirió su actual aspecto barroco. La preside la Virgen de la Misericordia, una talla gótica de comienzos del siglo XIV, que sigue el tipo de Andra Mari. Los santos que le acompañan, Santiago y Santo Tomás, corresponden al primer tercio del siglo XVI y están en conexión con los relieves del retablo mayor de la parroquia, destacando Santiago por el minucioso tratamiento de la barba.