Zona vascófona.

Limita al N con el monte Arrizubi (830 m), al O con Echarri, al E con tierras de Basaburúa Mayor y al S con Arruiz. Está situado en un llano al NE del valle de Larráun, al pie del macizo montañoso del monte Aritz, puertos de Otsabe y Bidarte.
Los comunales ocupan 447 Ha (246 de monte maderable, 104 de pastos y 97 de helechales).

Antiguo lugar de señorío realengo. Como en los demás del valle, el rey Sancho VI el Sabio refundió por «fuero» (1192) las cargas de sus villanos, estableciéndolas en cuatro sueldos por cada hogar, más una cabeza por cada piara familiar de cerdos -uno por cada cinco si el propietario era forastero-. En 1280 los vecinos abonaron a la corona 50 sueldos en concepto de pecha, lo que sugiere la existencia de unas 12 o 13 familias. Por el «rediezmo» sólo habían liquidado en 1268 un cahíz y medio de trigo y 3 sueldos. Saqueado por los castellanos en la guerra de 1430, Juan II refundió (1462) las exacciones señoriales de pecha y eyurdea en un censo anual de 10 sueldos por cada casa. El propio pueblo se redimió de este censo en 1630.
Durante la guerra contra los franceses en 1794 se cortaron por acuerdo de los ingenieros muchos árboles. En 1829 se terminó de construir una nueva parroquia, abandonándose la antigua; en 1891 se inauguró el convento de agustinas, en buena parte por la generosidad de la familia Juanmartiñena. En 1849 se le atribuyen sólo 800 robadas en cultivo, de ellas 309 de primera calidad, 97 de segunda y 484 de tercera (en realidad, 890), más 484 de prados y pastos naturales y 8.010 de bosque maderero. Las de cultivo producían el 4 por 1. 

Iglesia de San Martín de Tours

Edificio situado en la parte baja del pueblo que fue realizado en la primera mitad del siglo XIX en sustitución de otro más antiguo, de la misma advocación, que se hallaba en la parte alta. Posee planta de cruz latina cubierta con bóveda de lunetos en la nave (de dos tramos), transepto y cabecera, y con cúpula sobre pechinas en el crucero. El acceso se realiza a través de dos puertas adinteladas, una situada a los pies del templo y otra en el lado de la epístola, protegida con pórtico.
La torre cuadrangular con un último cuerpo octogonal se encuentra situada a los pies del templo.
En el interior la decoración comprende una serie de retablos, procedentes de la antigua iglesia, con mazonería de los siglos XVII y XVIII, más cuatro medallones con los evangelistas pintados en las cuatro pechinas. El retablo mayor, de carácter rococó (siglo XVIII), presenta una suntuosa mazonería dorada, con abundante rocalla y angelotes en los cornisamentos.
Posee banco, tres calles y ático, con hornacinas para ser ocupadas por sus respectivas imágenes. En el banco las tallas laterales (la Virgen del Rosario con Santo Domingo y Santa Clara, y San José con el Niño) pertenecen a la época de construcción del edificio. No sucede así para el resto; el centro lo ocupa un hermoso sagrario, muy decorativo, y sobre él, en peana, el grupo de San Martín de Tours y el mendigo con el que comparte su capa. En las calles laterales se sitúan San Juan Bautista y San Fermín. El ático está configurado por el Calvario (bulto) entre las escenas de la Coronación de Espinas y la Flagelación. Finalmente, encima del Calvario, se encuentran representados el Padre Eterno y el Espíritu Santo, en forma de paloma.
En ambos transeptos hay sendos retablos (de la Inmaculada Concepción y del Sagrado Corazón de Jesús) cuya imaginería moderna contrasta con su mazonería (lª XVII) con columnas de orden corintio con el fuste estriado en espiga y entablamentos con frisos ricamente decorados con motivos vegetales en forma de roleos.

Convento de religiosas Agustinas. Iglesia de la Santísima Trinidad

Edificio inaugurado en 1891 en cuya construcción colaboraron los miembros de la Familia Juanmartiñena, naturales de Aldatz y generosos mecenas. Posee una sola nave, articulada en cinco tramos, más la capilla mayor, que se cubre con bóveda de crucería con claves, según los postulados neogóticos de la segunda mitad del siglo XIX. El acceso se encuentra situado a los pies y carece de torre por presentar tres campanas en su hastial.
En el interior lo más destacable es la pequeña capilla situada en el último tramo del lado de la epístola por encontrarse allí las tumbas de los fundadores de la familia Juanmartiñena. Los retablos que decoran la mencionada capilla, el presbiterio y el lado del evangelio pertenecen a la misma época y estilo, hechos en madera policromada.

Ermita de Santa Lucía. En la parte alta del pueblo, adosada el camposanto.