Igoa
Zona vascófona.
Limita al N con Eransus y Saldías, al S con Aizároz, al E con Oroquieta y al O con Arrarás.
Comunes, 708 Ha (593 de monte maderable, 115 de pastos).
En su término se localiza harte del sector dolménico de Basaburúa, concretamente el dolmen Patatalor.
Lugar de señorío realengo cuyas prestaciones reajustó por «fuero» (1192) el rey Sancho VI el Sabio, junto con las demás del valle. Debía en 1280 una pecha anual de 29 sueldos más 10 cahíces 3 robos y 2 cuartales de cebada y avena. Destruido por un incendio, Carlos III eximió a sus vecinos de pechas y cuarteles por ese año.
En 1847 la abadía de la parroquia era de provisión de la casa Ramírez Arellano; contaba con molino harinero, una ferrería y caminos locales en mediano estado, y recibía el correo por el valijero del valle.
La iglesia parroquial está dedicada a Santa María.
Palacio
El palacio de este lugar aparece anotado como de cabo de armería en la nómina del Reino, si bien, cuando se recopiló, en 1543, los labradores del lugar fueron condenados a pagar la pecha en dinero y cebada a Felipe de Huarte e Isabel de Aguinaga, dueños del palacio. Ese mismo año le fue concedida la exención del pago de cuarteles y alcabalas. Nueva merced obtuvo Pedro de Igoa en 1590. Francisca Lazcoiti, viuda de Juan Antonio de Jaca, solicitó rebate el año 1767. Según el Libro de Armería, el escudo del palacio era en el siglo XVI de plata y un árbol de sinople atravesado por un lebrel de gules.
