Abaurrea Baja
Zona vascófona.
Limita al N con Villanueva de Aezkoa, al E con Jaurrieta y Abaurrea Alta, al S con Urraul Alto y al O con Arce y Garaioa. Su término se alarga desde Baigura (1.477 m) hasta las cercanías de la sierra de Abodi. En él se distinguen tres unidades geomorfológicas. De S a N, y de más antigua a más reciente son las siguientes. Primero el recubrimiento del macizo de Arce u Oroz-Betelu, formado por areniscas y conglomerados rojizos del Triásico; en segundo lugar las calizas y, sobre todo, las margas del Cretácico Superior, modeladas por la erosión en una especie de vallonada periférica al mencionado macizo e interpuesta entre éste y el escarpe de calizas dolomíticas paleocenas con que da comienzo la tercera unidad, que corresponde a la superficie de denudación de Jaurrieta, modelada a fines del Terciario en el flysch eocénico con intercalaciones calizas y cuya altitud media es aquí de unos 1.100 m.
Clima y Medio Ambiente
Más baja que la otra Abaurrea, tiene una temperatura media anual que ronda los 9ºC, siendo los inviernos menos rigurosos y los veranos algo más cálidos, salvo en las partes altas de su término municipal. Las precipitaciones son parecidas, así como la evapotranspiración potencial. La vegetación originaria, formada sobre todo por hayas, pinos y robles ha sido tan modificada por el hombre que los bosques no suponen ni el 30% de la superficie municipal.
Flora
Las hayas dominan ampliamente a las demás especies arbóreas, y se localizan sobre todo en las partes altas de las vertientes montañosas orientadas al N y NO.
Heráldica municipal
Trae de plata y un encino de sinople a cuyo tronco está atravesado un jabalí de sable. Bordura de gules. Este blasón es el propio del valle de Aézcoa y de cada uno de sus pueblos en particular.
Historia
Posiblemente la antigua villa se desdobló hacia el siglo XIII dando origen a la denominada luego Abaurrea Alta, con la que en la Edad Media formaba un solo concejo. A efectos administrativos, fiscales y judiciales, estaba integrada en el valle de Aézcoa. Hasta el siglo XVI se computa su población con la de Abaurrea Alta. Los vecinos cedieron al rey (1435) el patronato de su iglesia, la cual fue poco después (1441) adscrita por el Papa a Santa María de Roncesvalles. Se hallaba, como en la actualidad, bajo la advocación de San Martín. Desde la separación administrativa de los dos núcleos de población, la evolución demográfica es claramente favorable a Abaurrea Alta, posiblemente debido a sus mejores tierras. En 1797, la Alta contaba ya 272 habitantes y la Baja 143. En 1849, producía trigo, madera y patos. Fue destruida por completo en la guerra contra la Convención (1793-1795). Las condiciones administrativas eran las mismas de la Abaurrea Alta. En los años 1920, a los productos mencionados se añadían el centeno, avena, cebada, veza, patatas, alubias, habas y hortalizas; tenía ya alumbrado eléctrico, un molino y una central eléctrica.
Parroquia de San Martín:
La parroquia de San Martín es un templo gótico del siglo XIV, que consta de una amplia nave cubierta por bóvedas de crucería simple y cabecera poligonal con cubierta gallonada. Los capiteles y las claves se decoran con hojarasca naturalista. En el lado del Evangelio se abre una pequeña capilla; el coro se levanta a los pies del templo y en él destaca un antepecho de estilo Reyes Católicos de hacia 1500, con los escudos de Navarra y de Abaurrea Baja. Esta última obra y las verjas góticas fueron sufragadas por el señor de Aézcoa. Al exterior los paramentos están jalonados por contrafuertes y canes lisos bajo la cornisa. El acceso se realiza por una puerta abierta en el lado de la Epístola.
En el interior se localizan sendas rejas -en la capilla y en el presbiterio- de estilo gótico, una pila medieval y una imagen del segundo tercio del siglo XVI. Preside el templo el retablo mayor tardorromanista, obra del ensamblador Juan de la Hera y Gaspar Ramos, labrado en el primer tercio del siglo XVII. El clasicismo de su arquitectura, sencilla y poco avanzada, se ajusta al estilo del primer artista mencionado, mientras que la escultura propiamente dicha, de calidad mediocre, se aleja de la intervención directa de Gaspar Ramos. En sus relieves y escenas se desarrollan ciclos de la Pasión de Cristo y de la vida del titular, San Martín. También se conserva una cruz procesional de esquema tardo-gótico realizada en plata con relieves.
En su término existieron dos cruceros, de uno de ellos solamente quedan las gradas, en tanto que el otro, de estilo renacentista, se yergue a la entrada del pueblo.
En el lugar existieron dos ermitas ya desaparecidas, la de La Asunción y la de Santa Engracia, cuyas imágenes se conservan en la parroquia. Según la tradición en la de Santa Engracia se reunían las brujas de la zona.
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