Añorbe
Zona no vascófona.
Limita al N con Enériz y Ucar, al E con Tirapu y Barásoain, al S con Artajona y al O con Obanos y Enériz.
Desde el punto de vista geológico se extiende su término entre la falla con cabalgamiento de Puente la Reina o de la Valdizarbe y la cubeta sinclinal de Barasoáin, y todo él pertenece a los sedimentos oligo-miocénicos del borde N de la Depresión del Ebro. De N a S aparecen los siguientes: conglomerados miocénicos y discordantes del Perdón o de San Martín de Añorbe (712 m), yesos de Puente la Reina (Sannoisiense, Oligoceno), arcillas y limos rojos del Stampiense Inferior (Oligoceno), yesos de Falces y arcillas y margas del mismo período, así como las areniscas con "ripple marks" y paleocanales alternantes con arcillas y limos.
Clima
Las características climáticas más destacadas son: Inviernos fríos, veranos calurosos y secos, precipitaciones predominantemente otoñales-invernales y cierzo frecuente. El promedio anual de las lluvias es de 500-700 mm y caen en 70-80 días, el de la temperatura de 12-13ºC y el de la evapotranspiración potencial, en torno a 700-725 mm. El clima es, en conjunto mediterráneo-continental.
Flora
Se ha cultivado el olivo y aún persisten algunos rodales de encina puros o mezclados con quejigos hasta sumar unas 180 Ha; la repoblación forestal cubrió alrededor de 100 Ha (pino negro y laricio de Austria, principalmente).
Heráldica municipal
Su escudo presenta una vista panorámica estilizada del lugar, con los colores al natural. Por timbre un yelmo empenachado.
Casa Consistorial
Está situada en la plaza, junto al frontón, en un edificio anteriormente destinado a escuelas. Fue construido a comienzos del siglo XX. Consta de planta baja y una elevada. Es un edificio exento, con porche, conformado por tres arcos. Su fachada principal tiene zócalo, cadena de esquineras y recercado de vanos, en piedra; el resto del paramento está enfoscado y pintado. Su arquitectura se integra en la habitual de la zona. El Ayuntamiento está regido por alcalde y cinco concejales. La secretaría está compartida con Tirapu.
Historia
En su término existe el yacimiento arqueológico de Nekeas de Añorbe. Se encontró también un fragmento de miliario romano fechado hacia el año 200.
Aparece documentado ya a finales del siglo XI con las grafías «Ainorbe» o «Aniorbe». Fue en la Edad Media una villa de señorío múltiple, de realengo, nobiliario y eclesiástico; aproximadamente la mitad de su población era en los siglos XIV y XV de filiación infanzona o hidalga. Algunos de sus mezquinos (1100) y collazos (1145) fueron donados al monasterio de Leire por Lope y Sancho Fortuñones y Urraca Ortiz de Orcoyen, respectivamente. En el siglo XIII tenían bienes en el término la abadía de Iranzu y los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Con todo, el dominio directo de la Corona devengaba en 1280 una pecha anual de 12 sueldos y medio por la venta de vino, 7 cahices 2 cuartales de trigo, más la renta de 60 cahices por las heredades entregadas a censo; Se añadían entonces las pechas confiscadas al «banido» Sancho Ladrón, 16 sueldos y medio más 2 cahices 3 cuartales de trigo. Por donación de Iñigo Pérez de Sansoain, la catedral de Pamplona recibió en 1309 un «palacio» y collazos, probablemente los que en 1427 producían una renta anual de 60 sueldos y 50 cahices de trigo. Los bienes que habían pertenecido a Rodrigo de Uriz fueron atribuidos (1377) a Martín Pérez de Solchaga, alcalde de la Corte. Las pechas regias, cedidas primero (1379) al escudero Peroch de Eusa, por una cuantía anual de 33 sueldos, 18 cahices 1 robo y medio de trigo y 9 gallinas, se integraron sin duda después (1407) en las rentas anejas al vizcondado de Muruzábal instituido a favor de Leonel, hermano bastardo de Carlos III; pasaron luego a Felipe de Navarra y sus sucesores los mariscales del reino. La villa perteneció a Valdizarbe hasta su segregación (1846) como municipio propio.
Mediado el s. XIX contaba con carnicería, algunas tiendas de comestibles y escuela de primeras letras dotada con 2.000 reales. Al término municipal se le calculaban unas 18.000 robadas, de ellas 8.000 en cultivo (2.000 de primera clase, 4.000 de segunda y 2.000 de tercera), incluidas en éstas 4.000 peonadas de viña con algunos olivos mezclados entre las vides. Sus bosques fueron en buena parte destruidos durante la guerra carlista de 1833-1839, pero en 1849 se consideraban ya bastante recuperados.
Entrados los años 1920 el declive de la zona era evidente, aunque sus vinos seguían siendo apreciados.
En el pueblo existió un Hospital propiedad de la Cofradía Mayor de San Martín, fundada el 8 de julio 1749.
Es patria del carmelita Juan de Jesús de San Joaquín.
Palacio
Antiguamente hubo en este lugar unos palacios propios del rey, de los cuales hizo donación Carlos II Evreux a Martín Périz de Solchaga el año 1377. Con posterioridad a esta fecha dejan de aparecer en la documentación de la época. En 1379 Carlos II dio durante el tiempo de su voluntad las pechas que pagaban los vecinos al escudero Peroch de Eusa. Aparte de esos palacios, había otro de cabo de armería, cuyos dueños Juan de Mendigaña y Larracea y Catalina de Agorreta y Asiáin llevaron pleito contra el patrimonial en 1629, por la exención de cuarteles de las haciendas agregadas. En una relación de la Cámara de Comptos del año 1723 consta que en esa fecha pertenecían a Lorenzo de Zárate y Elío. En 1802 solicitó rebate de cuarteles Nicolás de Echávarri. El escudo era de sinople, y un león rampante de su color, flanqueado por dos torres de plata; bordura armiñada de ocho piezas.
Parroquia de La Asunción
En el núcleo de la población destaca por su monumentalidad la parroquia de la Asunción, construcción con planta de cruz latina gótico-renacentista. Aloja en su interior interesantes obras escultóricas, entre las que sobresale el retablo romanista realizado en los últimos años del siglo XVI dentro de la órbita del taller de Estella. En 1597 Juan de Landa contrataba su pintura y a él pertenece la policromía de los grutescos. El programa recoge figuras de apóstoles, evangelistas, papas y doctores de la Iglesia enmarcando los temas principales: relieve de San Miguel, que presenta analogías con la obra de Bernabé Imberto, y las tallas de la Virgen con el Niño y el grupo de la Asunción, obras muy próximas a las de Anchieta. Los retablos laterales barrocos y otro neoclásico completan el conjunto. Guarda además el templo dos crucifijos barrocos y dos tallas de la Virgen, una románica (Nuestra Señora la Blanca) y otra gótica. En arquitectura civil, además de algunos restos tardogóticos, deben señalarse dos palacios con fachadas de sillería y planta irregular del siglo XVII.
En el término se encuentran las ermitas de San Martín, San Juan Bautista y San Esteban.
Órgano
Cuenta con un ejemplar neoclásico.
El movimiento neoclásico se refleja un poco tardíamente en Navarra en cuanto a las cajas de sus órganos (1797 hasta finales del s. XIX). Parece que sus tracistas no acaban de aceptar la nueva estética de Ventura Rodríguez en la fachada de la Catedral de Pamplona, y, ello a pesar de la presencia de A. S. Ochandátegui por Navarra, donde aparece, incluso, asegurando coros y órganos construidos con anterioridad.
Esta nueva corriente artística, juzgada por algunos despectivamente como «fría» y sin imaginación, hoy en día está en revisión. Habría que verla en todo caso, desde las coordenadas estéticas, sociales, etc. de la época.
Añorbe posee un hermoso instrumento neoclásico, bien restaurado en 1981. La obra se hizo con la ayuda de la I. «Príncipe de Viana». El órgano había sido construido en 1830 por Antonio Gómez de Larraga y se considera que es uno de los dos últimos instrumentos realizados por un maestro autóctono. Representa el final de la vieja «escuela navarra» de organeros. A partir de esta época los maestros guipuzcoanos y aragoneses predominan en la organería navarra.