Arizkun
Zona vascófona.
Está situado a la orilla izquierda del río Bidasoa en terreno ondulado y fértil. Limita al N con Maya de Baztán, al S con Elizondo, al E con Errazu y al O con Azpilicueta. Industria principal: fabricación de productos metálicos estructurales (17 obreros en 1984). Hay además dos sociedades de explotación agropecuaria. El lugar consta de 6 barrios: Pertalas, Ordoqui, San Blas, Vergara, Aincialde y Bozate.
Historia
Aunque en 1280 todavía se registra una pecha de la Corona por la escasa cuantía de 2 sueldos y 2 cuartales de mijo, todos los pobladores eran ya hidalgos en 1366. En los dos siglos posteriores hubo un considerable ascenso demográfico. El valle se opuso en 1677 a que Joaquín Francisco de Arizcun, barón de Beorlegui, se titulara señor del lugar.
Contaba en 1849 con una fábrica de aguardientes, algunos telares de lienzos caseros y dos molinos hari¬neros, perteneciente uno al común del pueblo y el otro al palacio de Ursúa. Subsistía el convento de monjas franciscanas recoletas que había fundado en el XVIII el secretario de Hacienda Juan Bautista de Iturralde, natural del lugar, "quien llamó a ocupar las plazas de religiosas y sus vacantes a sus parientas más cercanas, dotando el establecimiento con 50.000 r(eale)s anuales". Del palacio de Ursúa se contaban varias y terribles anécdotas ocurridas en su recinto, probablemente sin fundamento. En Bozate, barrio de Arizcun, se centra el grupo étnico agote. De Arizcun -incluidos sus barrios- son, además de Iturralde, Juan de Goyeneche y otros vástagos del mismo linaje, Juan Martín de Gamio, el canónigo Indaburu, su hermano Sebastián Indaburu, el hacendista Juan Matías de Arozareria y el sacerdote Francisco Laphitz.
Iglesia de San Juan Bautista
Edificio realizado en piedra con planta de cruz latina cubierto con bóveda de cañón salvo el crucero que lo hace con arista. Posee pórtico ligero, adosado al lado meridional, en donde se localiza el ingreso al interior del templo, y una torre-campanario cuadrangular, muy esbelta, en el mismo lado.
La iglesia fue construida merced al mecenazgo de Juan Bautista Iturralde, natural de la villa, gran comerciante y gobernador del Consejo de Hacienda en tiempos de Felipe V.
En el interior destaca el retablo mayor, configurado en tres calles de dos pisos y ático con columnas salomónicas decoradas con motivos vegetales. En el primer piso ocupa el centro una preciosa imagen (primera mitad del siglo XVIII) de la Virgen con el Niño, sobre peana de angelotes, a la que dan escolta, en las calles laterales, las figuras de San Francisco Javier y de San Fermín. En el segundo piso, el espacio central es ocupado por el titular de la iglesia, al que acompañan, en los laterales, San Luis Gonzaga y San Isidro Labrador. En el ático figura el Calvario.
Convento de Nuestra Señora de los Angeles
Fundado en 1737 por los marqueses de Murillo, Juan Bautista Iturralde y Manuela Munárriz, su esposa, para monjas franciscanas recoletas, y levantado en el solar del antiguo palacio de los fundadores que hubo que destruir para construir el templo.
Sorprende la imponente fachada barroca dieciochesca, realizada en piedra, con los dos accesos -a la iglesia y al convento- enmarcados por lujosas portadas decoradas con profusión de tallas y relieves. La portada del convento culmina con una imagen de Santa Clara en su correspondiente hornacina, y la de la iglesia -mucho más movida- ofrece una disposición en forma de retablo de tres calles y varios pisos, con las armas de los fundadores y la imagen de Nuestra Señora encima de la puerta, a la que flanquean sendos nichos coronados por las figuras de los arcángeles Gabriel y Rafael.
En el interior el estilo es acorde con la fecha de realización de la obra, tanto en la fábrica del templo y de las dependencias monásticas anejas como en el mobiliario con el que se decora. La iglesia con planta de cruz latina se cubre con bóveda de cañón salvo en el crucero que lo hace con cúpula sobre pechinas. El coro situado a los pies, en alto, de gran profundidad, se abre a la nave por celosías de madera. Se comunica con el convento a través de una puerta abierta en el lado de la epístola.
De los cinco retablos que decoran el templo destaca el de la capilla mayor por su grandiosidad y belleza. Es obra clasicista de tres calles, articuladas por columnas corintias, y coronamiento. El centro es ocupado por un lienzo con Cristo, Nuestra Señora y San Francisco de Asís, acompañado en los laterales por las imágenes de Santo Domingo y Santa Clara. En el ático hay un lienzo con la escena de la Coronación de María. Los restantes altares, de talla, se dedican a la Inmaculada y San Juan Bautista (lado epístola) San José con el Niño y San Miguel arcángel, en el lado del evangelio.
Curioso órgano neoclásico, reformado en 1897 por A. Amezúa. Contiene un singular registro, «flauta basca» (único caso en Navarra), con un sonido pastoso y recio, lo mismo que su «trompeta batalla».
En su casco urbano destacan además de buenas casas de arquitectura popular el palacio gótico de Ursúa de estructura de torre con matacanes y la torre de Vergara, construcción maciza con ventanas geminadas del último gótico.
Palacio de Ursúa
El noble solar de Ursúa pertenecía en 1370 a Miguel Sánchiz de Ursúa, que se distinguió en la defensa de Meleún. En 1513 aparece entre los remisionados de la merindad de las Montañas. En 1568 aparece como dueño Tristán de Ursúa. El año 1629 se mandó cesar en la ejecución iniciada contra Sancho de Ursúa, por no pagar cuarteles, al acreditar el palaciano que era exento de esa contribución. En 1651 era su poseedor Pedro de Ursúa y Arizmendi, conde de Jerena y capitán general de galeones de Felipe IV. Ana de Ursúa y Lasso de la Vega, condesa de Jerena, viuda de Luis Bucareli, marqués de Vallehermoso, solicitó rebate de cuarteles en 1745. Su hijo Francisco Bucareli y Ursúa virrey de Navarra entre 1773 y 1780 era descendiente de este palacio. Según figura en el Libro de Armería, el escudo del señor de Ursúa era en el siglo XVI de oro con tres picazas de sable puestas en triángulo y bordura angrelada de azur.
Palacio de Lizarazu
El palacio de cabo de armería de Lizarazu era uno de los más nobles solares del valle de Baztán. El linaje suena con frecuencia en la documentación navarra en los siglos XIV y XV. En 1513, se anotó en el rolde de Luis Sánchez como uno de los exentos o remisionados del pago de cuarteles. El año 1715 renovó la sentencia de exención Martín de Latadi y Lizarazu, señor del palacio por entonces. En una relación enviada por la Cámara de Comptos a la Cámara de Castilla consta también como de cabo de armería, siendo su poseedor Miguel de Latadi. Aparece registrado en el Libro de Armería, en el siglo XVI un palacio de este mismo nombre en Ultrapuertos, cuyo escudo era partido: primero de azur con tres veneras de plata puestas en paL segundo, de oro con tres fajas de gules.
Palacio de Bergara
El palacio de Bergara, de cabo de armería, era otro de los solares más nobles del Baztán. El linaje participó activamente en las luchas banderizas del siglo XV. En 1513 se anotó en la relación del tesorero Luis Sánchez, como casa remisionada del pago de cuarteles en atención a su calidad y nobleza. Pertenecía en 1568 a Juan de Bergara. En 1625 era señor del palacio otro caballero del mismo nombre, al cual Felipe IV nombró baile del Baztán, y que todavía vivía en 1651. En la relación de palacios elaborada por la Cámara de Comptos en 1723 figura como poseedor Jerónimo de Bergara. En 1767 solicitó el rebate de cuarteles Pedro José Dolarea. El escudo era de oro con tres fajas jaqueladas de plata y sable.
Palacio de Zozaya.
El palacio de cabo de armería de Zozaya era otro de los solares de linaje existentes en el valle de Baztán. En la relación de Luis Sánchez, del año 1513, se anotó en primer lugar, entre los que tenían la calidad de remisionados del pago de cuarteles. En 1534, el palaciano Pierres de Zozaya percibía 10.000 maravedís anuales de acostamiento por concesión real. Su sucesor Martín de Vicuña disfrutaba ya 15.000 en 1573, y Pedro de Vicuña y Zozaya 30.000 en 1608. A mediados del siglo XVII pertenecía a Miguel de Vicuña y Zozaya, caballero de la orden de Santiago. Figura en la relación de palacios elaborada por la Cámara de Comptos en 1723, en cu¬ya fecha era su poseedor Juan Antonio de Eslava. Según el Libro de Armería, en el siglo XVI el señor de Zozaya tenía por armas un escudo fajado de tres de plata y de gules.
Palacio de Goyeneche
El palacio de Goyeneche, también en Arizkun, no era de los primitivos solares de linaje del Baztán. Fue en 1721 cuando se despachó la correspondiente real merced, por la cual se erigía en palacio cabo de armería a con prerrogativa de asiento en cortes la casa de Juan Tomás de Goyeneche, caballero de Santiago, del Consejo de Su Majestad y caballerizo de la reina viuda María Ana de Neoburgo. No obstante, no figura en la relación remitida a Madrid por la Cámara de Comptos en 1723. El año 1758 solicitó el rebate de cuarteles María Teresa de Huarte, como tutora de Baltasar de Narvarte, Goyeneche y Huarte, marqués de Ugena. Este título nobiliario fue creado en 1735 por Felipe V en la persona de Juan Francisco de Goyeneche.
Todavía existía en Arizkun otro palacio de cabo de armería, que consta ya como remisionado del pago de cuarteles en la relación del tesorero mosén Luis Sánchez en 1513. Su poseedor Juan de Arizcun disfrutaba un acostamiento de 20.000 maravedís anuales, que en 1522 le fue aumentado a 30.000. En 1528 obtuvo una nueva merced real de 50.000. En 1568 poseía el palacio y la pensión Dionís de Arizcun. Veinte años más tarde aparece como titular Pedro de Arizcun, con el título de barón de Beorlegui, y en 1605 su hijo Martín de Beaumont y Arizcun. En la relación de palacios elaborada por la Cámara de Comptos en 1723 consta como perteneciente a la baronía de Beorlegui, título creado por Carlos III el Noble. Según el Libro de Armería, en el siglo XVI el escudo del señor de Arizcun era de plata con una cruz trebolada de gules, cantonada de cuatro cuervos de sable. Esas armas usaba Juanes de Arizcun, señor del palacio en 1522.