Zona mixta.

Heráldica municipal

De oro y una cruz de azur cantonada de cuatro crucetas de lo mismo. Bordura componada: cuatro piezas de plata con un lobo al natural en los cantones, alternadas con cuatro de gules con un aspa de oro.

Casa Consistorial

Hasta el año 1960 existió en Egüés una pequeña oficina municipal en una casa particular. A partir de esa fecha el Ayuntamiento se trasladó a un edificio de propiedad municipal, que actualmente está en estado ruinoso. En la actualidad, el Ayuntamiento cuenta con una oficina administrativa municipal situada en la calle Mayor de Burlada, donde se celebran las reuniones de la Corporación.
El Ayuntamiento está regido por alcalde y seis concejales.

Historia

Antiguo lugar de señorío realengo cuyas cargas -excepto las "labores" del castillo- redujo el rey Teobaldo II (1264) a la pecha anual de 40 cahíces de trigo. Carlos III lo dio (1420) junto Elcano y Olaz a Juan Coxe de Suescun en pago de un préstamo. El monasterio de Leire recibió una viña de su término en 1090; Santa María de Roncesvalles también poseyó heredades en el mismo desde el siglo XIV, y los soberanos Catalina y Juan III autorizaron (1495) a entregar por permuta a la misma colegiata las que entonces venía disfrutando el convento pamplonés del Carmen. El abad de Leire llegó a un acuerdo con el obispo de Pamplona (1423) acerca de los derechos que había adquirido sobre la iglesia del lugar.

Palacio

Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. El año 1521 se despachó sentencia de exención a favor de sus dueños Charles de Egüés y María de Tajonar. Su sucesor Juan de Egüés fue agraciado en 1563 con una merced de acostamiento de 15.000 maravedís anuales, que en 1595 pasó a su heredero Juan de Egüés y Tejada, siendo aumentada poco después al doble. En 1646 se fijó en 20.000 maravedís, pasando a don Juan de Mutiloa, sucesor en el palacio, y diez años después a su hijo don Juan José. En 1723 pertenecía a don Vicente Ignacio de Mutiloa. Solicitó rebate el año 1781 la madre de don Vicente de Mutiloa y Arizcun, en nombre de éste. Según el Libro de Armería, el escudo era de oro con una cruz aguzada de azur, cantonada de cuatro crucetas; bordura de ocho piezas: cuatro de plata con un lobo, en los cantones, alternando con otras cuatro de gules con un aspa de oro.

Preside la parroquia de San Martín, edificio románico, un hermoso retablo romanista cuya clásica arquitectura se debe al entallados Juan de Gasteluzar, quien la debió ejecutar a finales del siglo XVI. La escultura, dedicada a la Pasión de Cristo en el banco, vida de San Martín en el primer cuerpo y de la Virgen en el segundo, es obra de un maestro buen conocedor de la obra de Anchieta, a juzgar por la calidad de algunos de los pasajes.