Janáriz
Zona mixta.
El término limita al N con Oscáriz, al S con Beorlegui, al E con Olaverri y al O con Redín.
Comunes, 134 Ha (74 de pastos, 49 de monte maderable, 11 de secano).
Durante la Edad Media todos sus vecinos fueron, al parecer, de condición social infanzona o hidalga y exentos, por tanto, de cargas señoriales. Consta en el «Libro del Rediezmo» de 1268 con la grafía «Janeritz».
Gobernaron Janáriz hasta las reformas municipales de 1835-1845 el diputado del valle de Lizoáin y el regidor del pueblo, que se elegía entre los vecinos. En 1847 eran los vecinos quienes proveían el curato; los niños acudían a la escuela de Lizoáin: sólo había caminos locales, en mal estado, y el valijero de Urroz llevaba y recogía la correspondencia dos veces por semana.
Palacio
El palacio de este lugar aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del Reino. El año 1538, su poseedor Pedro de Erasun obtuvo una Real Cédula, concediendo a su casa el codiciado privilegio de exención de alojamiento de gentes de guerra. Posteriormente, un auto acordado del Real Consejo, dado a instancias del licenciado Ros, oidor de la Cámara de Comptos, y doña Paula de Erasun, reconocía a la casa el título de palacio. En la relación de 1723 no consta el nombre de su dueño, aunque debía de pertenecer a don Miguel de Ugalde. En 1745 solicitaron el rebate las madres Agustinas Recoletas de Pamplona, como sucesoras y herederas de dicho palaciano. Según el Libro de Armería, en el siglo XVI el escudo del palacio era de plata con seis veneras de sinople.
La iglesia parroquial de San Esteban es un edificio modesto, necesitado de restauración, de probable origen medieval como denota su portada. Tiene nave única, cabecera cuadrada y sacristía adosada al lado derecho de la capilla mayor. La puerta, abierta en el muro del lado de la epístola es de arco de medio punto con Cristorum en la clave y la enmarca una moldura cuyos arranques, por encima de la imposta, se decoran con tallas de cabezas humanas.
El recinto se cubre con techumbre plana. Entre el mobiliario cabe destacar la imagen de un Crucificado, de mediano tamaño y moderna policromía, formalmente clásico, adosado a uno de los muros.