Zona vascófona.

Limita al N con Oyarzun (Guipúzcoa), al E con Lesaca y Aranaz, al S con Zubieta, Labayen, Erasun, Ezcurra y Leiza y al O con Berástegui (Guipúzcoa) y Arano.
Prácticamente la totalidad del término municipal queda dentro del paleozoico, y concretamente del Carbonífero, del macizo de las Cinco Villas, formado sobre todo por esquistos. Las formas suaves de las cumbres son el resultado de largos períodos erosivos sobre las montañas surgidas con ocasión del plegamiento herciniano; en esa vieja y poligénica superficie de erosión se encajaron el Urumea y sus afluentes. Las mayores alturas están en la periferia: Mandoegui 1.043 m y Araña 1.017 m. Pertenece también a Goizueta una parte de los afloramientos graníticos, con su aureola metamórfica, de las peñas de Haya.
 

 Clima 

Tiene clima templado-atlántico, caracterizado por la moderación de las temperaturas, la abundancia y regularidad de las precipitaciones y la ausencia de sequía estival. Algunos de los datos medios anuales más significativos, variables con la altitud son: 12º-14º C de temperatura, 1.600-2.000 mm de precipitaciones, caídas en unos 180 días y 600-700 mm de evapotranspiración potencial.

Flora

Desde el punto de vista botánico pertenece a la provincia atlántica de hayedos y robledales de (). De los primeros quedan más de 1.000 Ha, sobre todo en la parte oriental del municipio (vertiente de Articuza, etc.), y de los segundos, pequeños rodales al NE y en el fondo del Urumea. La repoblación forestal ha sido muy importante (supera las 2.500 Ha) y se hizo principalmente con pino insigne y alerce del Japón.

Heráldica municipal

El Archivo General de Navarra conserva un documento que dice así: "La villa de Goizueta se halla ilustrada del Escudo de Armas que se mira en la Sala y frontispicio de su Casa de Ayuntamiento y a los lados del Evangelio y Epístola y bóveda de su iglesia parroquial de Santa María, desde el tiempo que no alcanza la memoria de los hombres, compuesto de un Venado o Ciervo andante en campo sanguíneo, con astas de su natural color, mirando a la parte diestra y por timbre su celada y visera, adornada con follajes de plumas de colores". Ignorando el significado del mismo acudieron al Rey de Armas, en 1719, quien certificó: "... y que el color roxo simboliza el fuego, el más noble de los cuatro elementos y el ardor, alteza, fortaleza guerrera y vencimiento con sangre, en memoria de la que derramaron suya y de los enemigos de la Santa Fe Cathólica por su gloriosa exaltación, y el Ciervo, triunfos de vencimientos hechos valerosos con presteza y ligereza siguiendo el alcance y obteniendo los despojos de la victoria ... ".

Casa Consistorial

Se encuentra en la plaza principal. Es un edificio exento, con tres fachadas a la plaza. Data su construcción de mediados del siglo XVIII. A fines del siglo XIX sufrió un incendio por lo que se reformó la estructura. La planta baja tiene un porche en la fachada y sus muros enfoscados.
El ayuntamiento está regido por alcalde y ocho concejales.

Historia

En su término se localiza parte del sector dolménico de Onyi-Adarra-Mardoegui, con el dolmen de Añoenea Soroa, y parte de la estación de Goizueta-Artikutza-Aranaz, con el dolmen de Illabirteko Soroa, y los crónlech de Illarguieta Soroa Norte y Sur.
Villa de señorío realengo. Incendiada por las tropas castellanas en la guerra de 1430, el rey Juan II la eximió de cuarteles por diez años. La princesa Leonor donó su pecha (1468) a la colegiata de Santa María de Roncesvalles junto con ciertos derechos sobre roturaciones y aprovechamiento de la leña en su término.
Goizueta tuvo bajo su jurisdicción el lugar de Arano hasta 1630, en que éste obtuvo la separación. Casi hasta nuestros días, Goizueta estuvo orientada exclusivamente -por razón de su situación geográfica- hacia los mercados guipuzcoanos, concretamente hacia Hernani, de donde procedía la única carretera que llegaba a Goizueta.
A finales del siglo XVIII había cuatro ferrerías en las que se labraban 4.000 quintales y existía además una fábrica de chapas de cobre. Goizueta tenía a asiento en Cortes, y no pagaba cuarteles ni alcabalas. Había un hospital llamado de la Magdalena, de fundación antigua y dedicado inicialmente a cuidar leprosos. En 1850 tenía dos escuelas, una de niños, dotada con 4.000 reales, y otra de niñas, dotada con una obra pía; asistían respectivamente 100 y 30 educandos. Proveía aún el curato el cabildo de Roncesvalles: los caminos se hallaban en muy mal estado y quedaban en funcionamiento tres de las ferrerías.
En los años 20 de nuestro siglo contaba también con dos asilos, uno de ellos (San Miguel) fundado en 1898 por María Echenique, y una fundación benéfica para mejorar la enseñanza, obra de Fermín Apecechea. Se explotaban minas de hierro y cobre. Por entonces se hablaba casi exclusivamente vascuence.

Entre el caserío destaca la parroquia de la Asunción, construcción del siglo XVI con planta de cruz latina, pórtico cubierto con bóveda de crucería pequeña torre cuadrada. Su portada combina arcos de medio punto con un conopial exterior. El retablo mayor plateresco presenta como motivo central una talla de la Piedad. Una capilla lateral conserva fragmentos de un retablo anterior con escenas de la Infancia de Jesús.

En la ermita de la Magdalena, entre diversas tallas sobresale un Crucificado gótico. La arquitectura civil resulta interesante por la existencia de una torre de sillería, varias casas con entramados de madera y elementos góticos tardíos y el palacio de "Alduncín", ya fuera del núcleo de la población.