Jacinto creció, junto con sus dos hermanos, en una familia de agricultores con bastantes tierras en propiedad, por lo que en su casa siempre había peones fijos, además de aquellos que contrataba su padre eventualmente. Jacinto siempre acompañaba a su padre en el trabajo y en otras actividades, y de los muchos recados que hacía siendo pequeño, desarrolló su curiosidad por la Historia y por el pueblo y sus gentes. En ese sentido, recuerda muchas cosas que le explicó su padre sobre, por ejemplo, la compra de las tierras del caserío de Elordi y de los cambios que han sufrido las tierras comunales en los últimos años. Fue presidente del club de fútbol “Flecha Rojo”, que desapareció en la década de los 80. Jacinto es un ávido lector y aficionado a la Historia y la etnografía. Con gran memoria, conserva muchos recuerdos, fechas, canciones, dichos y anécdotas relacionadas con el pueblo.