Los corrales del termino de Ujué eran caseríos sin agua ni electricidad ubicados fuera de las poblaciones, que no solo servían para cobijar ganado, sino que eran habitados por pastores y agricultores. La forma de vida más parecida a la de los corrales es la de los "baserris" o caseríos de la zona de la montaña navarra.  Fueron auténticos hogares para familias enteras que habitualmente residían en ellos y únicamente regresaban a la localidad de Ujué de manera esporádica. Actualmente esta forma de vida se ha extinguido por completo, aunque podemos visitar varias construcciones que aún permanecen en el término de Ujué/Uxue. Estas construcciones están muy arraigadas a la cultura pastoril de la localidad, siendo uno de sus platos típicos las migas de pastor. La vida en los corrales es el reflejo de la vida cotidiana del pueblo llano, fuera del núcleo histórico, monumental y sagrado. Los corrales son lugares de producción donde los conocimientos tradicionales sobre la naturaleza son esenciales, conocimientos milenarios transmitidos de generación en generación. Frente a la monumentalidad, misticismo y sacralidad del conjunto histórico-artístico artístico de la villa de Ujué/Uxue, suponen el envés humilde y prosaico. Forman parte del paisaje de Ujué / Uxue, un paisaje ya fósil, pero que se relaciona con el trabajo de los viñedos y de los demás cultivos, con la apicultura y el pastoreo.