Burlada
Zona mixta.
Limita al N con Pamplona y Villava, al E con Huarte, al S con Egüés y al O con Pamplona.
Casi toda la superficie, de topografía llana, está cubierta por aluviones cuaternarios depositados por el río Arga; las margas subyacentes (Biarritziense, Eoceno Medio) sobre las que se asienta el territorio afloran únicamente en una estrecha franja entre dos niveles de terrazas.
Clima
El clima es de tipo submediterráneo, los datos medios anuales son: 1.000-1.200 mm de precipitaciones recogidas en 100-120 días, 12°-13º C de temperatura, aproximadamente 2 meses de aridez estival y unos 650-700 mm de evapotranspiración potencial.
Flora
No queda más superficie forestal que unas pocas Ha de chopos y alamedas.
Heráldica municipal
Trae de azur y el campo sembrado por cinco flores de lis. Bordura de gules con las cadenas de Navarra de oro. Por timbre un yelmo empenachado.
Casa Consistorial
De aspecto funcional, fue construida ente los años 1971 y 1973. Edificada sobre el solar de la antigua parroquia, su arquitectura es de líneas modernas; utiliza en sus fachadas el ladrillo caravista en un juego de volúmenes, que en su planta baja alterna el arco con dinteles. El Concejo de Burlada, y posteriormente el Ayuntamiento, ocuparon anteriormente tres sedes diferentes: 1968, en la calle Mártires de la Patria, en cuyo edificio se ocasionó un incendio; hasta 1969 en la Casa Parroquial; y desde 1970 hasta 1973 en la entreplanta de un edificio de la calle San Blas. El Ayuntamiento está regido por alcalde y dieciséis concejales.
Historia
Antiguo lugar de señorío eclesiástico, cuyos vecinos debían en 1427 un robo de trigo como pecha anual a favor del arcediano de la tabla del cabildo de la catedral de Pamplona. A mediados del siglo XII existía una cofradía a la que el obispo Bibiano encomendó (1165) el patronato de la iglesia de San Salvador. El topónimo consta ya en el siglo XI con la grafía «Bruslata». En 1630, el rey vendió a Sancho Monreal la jurisdicción baja y mediana de Burlada. Desde entonces, fue lugar de señorío hasta los comienzos del XIX. En consecuencia, la jurisdicción criminal la ejerció hasta entonces el alcalde que nombraba el señor, en tanto que la económica corría a cargo del diputado del valle de Egüés, a que Burlada pertenecía, y un regidor que nombraban los vecinos del pueblo. Tenía entonces un molino harinero sobre el Arga.
En 1850 tenía escuela, cuyo maestro percibía sólo 804 reales. En la década de 1920 contaba con una buena serrería mecánica, se elaboraban aguardientes, cera y gaseosas.
Es patria de Hilarión Eslava.
Palacio
El antiguo palacio de Burlada aparece como de cabo de armería en una relación remitida a Madrid en 1723 por la Cámara de Comptos de todos los solares que poseían dicha calidad. El año 1630 se despachó una Real Cédula, erigiendo un palacio con asiento en cortes la casa que en este lugar poseía Sancho de Monreal. En 1723 pertenecía a don Fermín de San Martín. En 1758 solicitó rebate de cuarteles doña María Ignacia Fernández de Vizarra, como madre y tutora de don Ignacio San Martín, heredero del palacio.
Proceden de la parroquia de San Juan Bautista de esta localidad, los retablos de San Juan Bautista y de San Blas, custodiados actualmente en la capilla del Museo de Navarra. El primero de ellos es de estilo renacentista y de traza aragonesa, y sus autores fueron Esteban de Obray en lo tocante a escultura (ca. 1529) y Juan del Bosque que pintó las tablas entre 1540 y 1548. Destacan en él el bulto expresivista del titular, las ocho tablas con escenas de la vida del Bautista y otras con parejas de santos y santas realizadas en estilo renacentista con líneas curvas y rostros redondeados. El retablo colateral de San Blas fue pintado en 1556 por Bernat de Flandes junto a otro desaparecido dedicado a Santa Catalina y tiene ocho tablas que aluden a pasajes de la vida del titular y de la Virgen.
El actual retablo mayor que preside el templo es de estilo neoclásico y procede de la catedral de Pamplona, en donde estaba dedicado a San Blas.
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