Lantz
Zona vascófona.
Limita al N con Baztán, al E y S con Anúe y al O con Ulzama. Tiene 1.671 Ha de las cuales 1.446 (86,6%) son comunales (380 de pastos, 76 de helechales, 22 de prados). El término de Lantz, avenado hacia el río Mediano, afluente del Ulzama, es de una gran complejidad geológica y geomorfológica. El E forma parte del macizo paleozoico de Quinto Real o Alduides y de su cobertera detrítica. Cumbres suaves, que aquí culminan a unos 1.150 m (Caridadade, 1153 y Algorrieta, 1.165 m), y arroyos encajados son, sus notas más características, juntamente con la complejidad tectónica debida al plegamiento alpino que resquebrajó el viejo macizo. El O corresponde a la cobertera sedimentaria marina del Cretácico, formada principalmente por margas y plegada según ejes de rumbo NO-SE.
Clima
Tiene clima subatlántico, húmedo pero con oscilaciones estacionales de la temperatura acusadas. Algunos de los valores medios anuales son: 8º-10º de temperatura, 1.600-1.800 mm de precipitaciones, caídas en unos 140 días, y 600-650 mm de evapotranspiración potencial.
Flora
Los bosques más extensos conservados son los hayedos (unas 900 Ha); los robledales, castañares y fresnales suman extensiones muy inferiores. La repoblación forestal cubrió unas 21 Ha con pino laricio de Austria, alerce del Japón y pino insigne.
ARQUEOLOGÍA: En su termino se sitúa parte de la estación dolménica de Saioa-Loiketa, concretamente el dólmen de Lantz.
Desde 1971 se tiene conocimiento de la existencia de una explotación minera de hierro, de época romana, en Lantz, ya que se recogieron en el interior de una cueva diversos fragmentos de cerámica romana por componentes del Grupo Espeleológico G.A.E.X. Estos materiales fueron objeto de publicación por parte de M. Angeles Mezquíriz, primero en una breve nota al XII Congreso Arqueológico Nacional y posteriormente, con más detalle, en la Revista Príncipe de Viana.
Durante 1983 y 1984, M.I. Tabar y M. Unzu llevaron a cabo unas campañas de prospecciones con sondeos, ya que dadas las características del terreno, cavidades kársticas, no es posible realizar excavaciones arqueológicas sistemáticas. Estos trabajos se publicaron en «Trabajos de Arqueología Navarra. 5», siendo el estudio detallado de una de las cavidades, «Ayerdi IV» y una visión globalizadora del conjunto.
Ayerdi IV no es un caso aislado de aprovechamiento minero de época romana, sino que forma parte de un conjunto de diez cavidades situadas entorno al barranco del Txorrostarrikoerreka, en las laderas de Ayerdi y Otaño, habiéndose recogido material arqueológico en alguna de ellas, y comprobándose que las galerías de las cavidades kársticas han sido trabajadas artificialmente para la obtención de mineral o como galerías de explotación. Igualmente se ha comprobado en la zona la existencia de calicatas al aire libre que refuerzan la importancia de esta explotación, ya que la extracción de mineral en estas calicatas sería muy superior en cantidad a la obtenida en las galerías.
La dotación humana necesaria en esta explotación minera debió de ser numerosa, lo que exigía la existencia de un establecimiento fijo o poblado minero en las cercanías. La estructura del campamento podría aclarar diversos aspectos del desarrollo de esta explotación, en cuanto a su función económico-social dentro del mundo romano en la provincia de Navarra, pudiendo tratarse exclusivamente de un campamento-dormitorio, o tener una función más amplia, como la transformación del mineral, con instalaciones de hornos, 3 fundiciones, etc.
Después de las exhaustivas prospecciones llevadas a cabo en la zona de Lantz, se considera que la situación del poblado minero corresponde a la que actualmente tiene el pueblo de Lantz. Apoyando esta hipótesis está la estructura urbanística del pueblo de Lantz, que corresponde a una tipología clara de poblamiento de época romana.
HISTORIA En la Edad Media fue villa de señorío realengo, enfranquecida por el rey Teobaldo II que le concedió (1264) el fuero del burgo de San Cernin de Pamplona. Debía, sin embargo, abonar anualmente a la corona 3 sueldos por cada casa y un tributo por los derechos de molienda; por estos conceptos se liquidó en 1280 la suma de 240 sueldos y 40 cahíces de trigo respectivamente. Santa María de Roncesvalles poseyó desde el siglo XIV heredades en su término. Sufrió un importante incendio en 1422.
Hasta las reformas municipales de la primera mitad del siglo XIX la gobernaba un alcalde que nombraba el virrey a propuesta de los vecinos. En 1847 tenía escuela, dotada con 1.000 reales; era el pueblo el que proveía el curato; había un molino harinero y parte de sus gentes se dedicaba a la arriería. En los años veinte de nuestro siglo contaba también con una tejería y puesto de carabineros.
HERÁLDICA MUNICIPAL. Trae de plata y un águila de sable posada. La punta de azur con un creciente de plata entre dos flores de lis de oro. Por timbre un yelmo empeñachado. El sello más antiguo que se conoce de esta villa se encuentra en la Carta de Unión y Amistad que, a la muerte de Carlos el Calvo, hicieron los ricoshombres, caballeros, infanzones y hombres buenos de las buenas villas reunidos en Puente la Reina el 13 de marzo de 1328, comprometiéndose a guardar el reino para quien debiera reinar. Representa dos torres y entre ellas, en jefe, un águila explayada.
CASA CONSISTORIAL. Está situada junto a la iglesia, es de piedra y de características arquitectónicas propias de la zona. Consta de planta baja, una elevada y sabaya. Se han realizado mejoras en el inmueble por importe de 6,9 millones, con ayuda del Gobierno de Navarra. La sede anterior del municipio estuvo en el lugar de la escuela. El ayuntamiento está regido por alcalde y cuatro concejales.
IGLESIA DE LA SANTA CRUZ. La construcción de la actual parroquia de Santa Cruz es moderna; tampoco quedan restos del retablo que para la antigua labró Miguel de Espinal y policromó Martín de Urniza.
ARQUITECTURA CIVIL. Lo más destacable de la población consiste en la disposición del caserío a ambos lados del camino y en la existencia de grandes casas de los siglos XVII y XVIII, parte de ellas blasonadas.