La menor de siete hermanos. Ha vivido siempre en la casa situada en el nº 17 de la Calle Mayor. Su padre y su tío se dedicaban al transporte y a la compraventa de madera. Traían la madera del norte (sobre todo del valle del Roncal), en un camión de su propiedad, y se la solían vender a la serrería de un familiar. Usaban la parte baja de la casa como almacén de la madera (y carbón). La madre se murió cuando Carmen tenía cinco años. Estudió hasta los 17 años en las Dominicas. Su padre no quería que sus hijas trabajaran fuera de casa (los hijos sí), así que se dedicó a las labores del hogar y a ayudar en la parroquia; durante varios años dio clases de catequesis. No se ha casado ni ha tenido hijos.